Tejados a punto de desplomarse sobre la acera, okupas en edificios deshabitados, cristales que se caen de bloques abandonados, fachadas llenas de pintadas, maleza y plantas invasoras, bajantes de viviendas que riegan los pies de los viandantes cuando llueve... Son algunas de las críticas que efectúan los vecinos de la margen derecha de la Nacional VI, la zona más cercana al puente de A Pasaxe, una manzana alrededor de la Rúa A Xesteira en Oleiros.

"Santa Cruz está preciosa, Mera también, Santa Cristina... pero lo que es la cara de Oleiros, la entrada al municipio, da pena verla. Cruzas Puente Pasaje y lo primero que ves de Oleiros son casas abandonadas y pintarrajeadas. Esto parece un gueto, estamos aislados y abandonados", lamenta una vecina que vive en uno de estos edificios.

Las primeras casas de la antigua Nacional VI tras cruzar el Puente de A Pasaxe, después de la torre de pisos que tiene una decena de alturas, son construcciones de entre los años 30 y 70 del siglo pasado, viviendas y también antiguos negocios (restaurante, estanco) que están cerrados hace muchos años y llenos de pintadas en las fachadas. De un edificio abandonado hace tiempo cayeron los cristales de una ventana a la acera y una vecina que sacaba la basura se llevó un buen susto. En el inmueble que está justo en la esquina de la Rúa A Xesteira, unas zarzas kilométricas salen de sus ventanas traseras. En el piso alto vive un okupa, que resultó ileso tras el incendio que se declaró en un pozo seco de la planta baja del inmueble el pasado día 16, y que fue sofocado por Emergencias.

"El okupa trae gente y un día se pelearon y tiraron botellas por la ventana hacia la calle y la acera. Es un peligro. Ya presentamos escritos al Ayuntamiento para que tapiaran las puertas y ventanas", relata otra vecina que también prefiere no dar su nombre.

Los residentes también alertan del peligro de caminar por la acera al borde de la N-VI debido al mal estado de varios inmuebles, entre ellos la Casa Carnicero, que está protegida, y de cuyo alerón se desprendieron varias tablas. Alertan también de que "las bajantes de los edificios se abren en la acera y cuando llueve mucho te empapa el chorro de agua". Denuncian también la maleza de la parte de la Xesteira que da a la ría, con un tramo sin asfaltar, farolas del paseo fundidas y plumachos. "Éstos ya los empezó a cortar el Concello, menos mal", apunta un vecino.