- ¿Por qué apuestan por Sada con su mayor inversión?

-Entendemos que la vamos a rentabilizar. El establecimiento tiene muchas posibilidades y encaja en el plan estratégico de la empresa. Hasta ahora no se han hecho mayores inversiones porque no lo ha requerido el establecimiento. Va a ser la mayor inversión pero también va a ser el hotel más grande, con más del doble de habitaciones que el siguiente. Eso justifica la inversión.

- ¿En cuánto tiempo prevén rentabilizar la inversión?

-No lo sé. Depende, como en todo negocio de hostelería, de la ocupación y los precios que se puedan cobrar. Y de la climatología. Por eso no haríamos esta inversión si no fuera propiedad. La adquisición es un derecho de superficie al que le quedan 42 años, tenemos ese margen.

- ¿Buscaban algo en la zona o se decidieron por la situación?

-Somos clientes de Abanca y nos ofrecieron el inmueble dentro de sus activos inmobiliarios.

- ¿El precio distó mucho de los 370.000 euros que pagó Abanca?

-No puedo decirlo. El banco no quiere que se dé esa información. Es un derecho de superficie, no es una compra, y está en unas condiciones muy particulares. Tuvimos acceso a varias tasaciones y había discrepancias brutales. De ceros. Es un activo muy difícil de valorar.

- ¿Cómo piensan generar esa demanda que ahora no existe?

-Ofrecerlo en nuestra cartera de establecimientos, utilizar nuestros canales de comercialización y clientela y tirar también de agencias y turoperadores tradicionales.

- ¿Por qué familias con niños?

-Es una oferta especializada que no cubren los hoteles de la zona.

- ¿Cuántas habitaciones abrirán este verano?

-La curva de implantación nos llevará unos tres años hasta tener una clientela estable. Cuanto antes empecemos, antes acabaremos. Y tampoco hace falta tener todo el hotel abierto. Este año abriremos entre 20 y 30 habitaciones y tres apartamentos probablemente. Vamos a probar usos, mobiliarios, estéticas. Nos sirve de banco de pruebas.