Continúan en el municipio los ataques contra los árboles. El alcalde, Ángel García Seoane, ya ha denunciado en muchas ocasiones envenenamientos y talas de ejemplares, muchos históricos, porque le quitaban las vistas a los vecinos que tenían sus casas delante. Ayer alertó de que se han envenenado dos pinos de enorme porte y con más se setenta años de antigüedad frente a la urbanización Hábitat de Perillo, "en una zona pública y sin que estuviesen pegados a casas", indicó Seoane, quien pidió colaboración vecinal para encontrar a quien acabó con estos ejemplares para tener vistas sobre la ría. "Van a tener vistas a las chabolas de A Pasaxe", dijo.