La lluvia de los últimos meses ha agravado la ruina de un edificio singular de Betanzos: la antigua fábrica de la luz de Ponte Nova. El inmueble, ubicado a la entrada de la ciudad, languidece desde hace años y se ha salvado in extremis de la piqueta. Al menos de momento. A petición del Concello, la Xunta inició en julio de 2017 los trámites para declararlo monumento unos meses después de que la empresa propietaria, la sociedad General de Edificios y Solares -perteneciente a Unión Fenosa Inversiones-, solicitase licencia para su derribo.

La Consellería de Cultura abrió el expediente para declarar monumento este edificio de dos volúmenes diseñados respectivamente por el ingeniero López-Cortón y el arquitecto Rafael González Villar por la "calidad de su diseño". El inicio de este proceso frenó su derribo y abrió una puerta a la esperanza tras años de abandono a pie de carretera.

Las administraciones encargadas de velar por la conservación del patrimonio ignoraron durante años las demandas de rehabilitación de colectivos culturales y formaciones políticas, que temen ahora que la declaración de monumento llegue tarde. Las lluvias han agravado el estado de la cubierta, parcialmente derruida, y han obligado a precintar parte del edificio e instalar carteles para advertir del riesgo de desprendimientos.

El abandono de este singular edificio modernista contrasta con el valor que le otorga la Administración. En la resolución que marcó el inicio de su declaración como monumento, la Xunta no solo alababa la "calidad de su diseño" de la fábrica de la luz, sino que la necesidad de conservarla como "obra representativa de la primera arquitectura industrial gallega" y "testimonio significativo de la introducción de la electricidad en Galicia".

El Concello de Betanzos requirió a principios del pasado febrero a General de Edificios y Solares, que ejecutase obras para evitar el derrumbe y dio dos meses de plazo a la empresa para cumplir el requerimiento. La compañía, que ha precintado el edificio e instalado carteles para advertir del riesgo de caída de cascotes, ha recurrido por la vía judicial la denegación de la licencia de derribo, que justifica por el mal estado de la estructura y el subsuelo y el riesgo de derrumbe.