Un bollo para merendar y después más de cuatro horas del tiempo de ocio sedentarias, dedicadas a ver la televisión o participar en las distintas redes sociales. Es un hábito de vida cada vez más extendido entre los niños y adolescentes y muy preocupante. Culleredo puso en marcha un programa hace dos años para luchar contra esta situación y promocionar hábitos de vida saludables entre los alumnos. Este curso se empezó con estudiantes de primero de ESO de los institutos Blanco Amor y Rego da Trabe.

"El programa incluye tres sesiones, en la primera les preguntamos por sus hábitos, cuánto duermen, cuánto están con el móvil, si hacen actividad física, sus pautas de higiene. Luego otra sesión vemos cómo mejorar esos hábitos y la tercera, que acabamos de hacer ya con los alumnos del Blanco Amor, es hacer que ellos mismos se impliquen en la elaboración de alimentos saludables. Se pusieron el mandil y divididos en grupos, cada grupo tenía unos alimentos y tenía que preparar algo sano y llamativo. Un grupo hizo batidos, otro panes, y con frutas hicieron brochetas, entre otros. Hemos visto que alguno ni siquiera había cogido nunca un cuchillo", destaca Marité Etchevers, mediadora social, psicopedagoga y responsable del programa de estilo de vida saludable.

"Ha sido un éxito tremendo, a ellos les ha gustado, han aprendido muchas cosas y nosotros también. Les ayuda trabajar en grupo y hacerlos partícipes en mejorar su propia vida. A veces los padres les hacemos todo a los hijos y deberían inculcarles pequeñas tareas, como comprar el pan, saber cortar una fruta, medir unos ingredientes", destaca esta experta.

Este programa continuará todo el semestre, también en Infantil, Primaria, en las cuatro unitarias y también con los alumnos del centro ocupacional. "Queremos favorecer el desarrollo de capacidades como la creatividad, la motivación o el espíritu crítico", apuntó la edil de Benestar Lupe Pombo.