El banquero y hombre de negocios coruñés Enrique Fernández-Alsina, marqués de Loureda (1837-1915) quizá nunca pensó que la casa que encargó al arquitecto, también coruñés, Faustino Domínguez Coumes-Gay como veraneo, se convertiría precisamente en un campus de formación financiera, una escuela de negocios. El marqués de Loureda era el abuelo del actual propietario de esta enorme propiedad, Fernando Marchesi Quiñones de León. La Finca Alsina se llama también Las Cadenas porque durmió en ella Alfonso XII Alfonso XII y adquirió el derecho a llevar un dibujo de cadenas, símbolo real, en la entrada.

Este palacete de 1875 es una construcción de mil metros cuadrados del estilo segundo imperio francés, con una cubierta en mansarda a cuatro aguas y mucha decoración con arquerías y dinteles. Antes de que el IFFE se instalara y adecuara las estancias para la formación de alumnos, en la planta baja estaba el comedor y los salones que se abren a los jardines. En la primera planta se ubicaban dormitorios, despacho y vestidor, con una decoración con abundantes lámparas y mucho mármol y artesonado de madera.

Detrás del inmueble principal, a la izquierda, se ubica la cochera, un edificio de importante valor patrimonial también de 1875 al igual que la vivienda de los caseros. Detrás del palacete se ubican dos gigantescos prados en los que existen muchas fuentes, un invernadero, lavadero, secadero, hórreo y estanques. En un antiguo secadero existe una importante colección etnográfica de antigua maquinaria agrícola que se usaba en la finca y vehículos de transporte: arados, carros, carretas, carromatos, una empacadora... El proyecto del plan parcial prevé eliminar construcciones recientes y sin interés: establos, silos, depósito de purines, piscina y pista de tenis.

Como antesala a esta mansión se diseñó un jardín geométrico de boj y mirto con estanques, esculturas, senderos arbolados (hay árboles centenarios como castaños, robles, palmeras, cipreses). El plan parcial incluye un inventario minucioso de todos estos elementos que serán conservados y potenciados (incluso el muro perimetral de piedra con partes con balaustrada, de 1,4 kilómetros de longitud). Abarca también elementos que al ejecutar la Nacional VI quedaron fuera de la propiedad, que era aún más grande: un lavadero, un molino de carbón y otro de agua y un hórreo, al borde del Rego de San Pedro, que Marchesi cedió por convenio al Concello para que ejecute un parque como figura en el plan general.

El Concello de Oleiros anunció que esta mansión sería municipal (primero pasarela de moda, luego hotel de lujo), y sigue figurando en el catálogo del PXOM como pública, aunque en 2015 renunció definitivamente a hacerse con ella como había firmado en convenio en 2004.