Eran amigas en el colegio y de mayores trabajaron juntas durante décadas como docentes en un colegio de Oleiros. María Cubero y Ana Sastre están unidas por la amistad en la infancia y en la madurez pero también por su espíritu artístico, que las ha llevado a lo largo de los años a realizar numerosas exposiciones. Por eso les ha resultado muy natural organizar una muestra conjunta, una con su obra pictórica y la otra con sus esculturas, que se puede visitar en la Casa Charry de Oleiros hasta el próximo 4 de mayo bajo el título Mas de mulleres.

Ana Sastre presenta en esta exposición una veintena de esculturas, todas relacionadas con la figura de la mujer a lo largo de la historia, y que por su singular tratamiento logra engañar al visitante, que no se cree que estén hechas con pasta de papel. "El tema son las matriarcas, hago una defensa de la mujer, para mí es muy importante este tema, la lucha por terminar con la lacra del maltrato y conquistar la igualdad, erradicar los machismo", cuenta Sastre.

"Me encanta la pasta de papel. Yo hice antes muchas otras cosas, marionetas, decoración, pintura... Pero cuando empecé con la pasta de papel ya no volví a hacer otra cosa. Es un material asequible y muy manejable, sobre todo para gente que no tiene mucha fuerza como yo. No pesa y además ayudas a reciclar porque usas tiras de papel de periódico además de pasta industrial. Y le puedes dar unos acabados que a veces parece cerámica, otras madera... La gente te pide permiso para tocar las piezas", añade Ana.

Esta artista realizó hace poco una exposición en Sade y otra en cambie de vírgenes románicas, siempre con su compromiso con la mujer como tema central.

María Cubero inició su trayectoria artística en 1984 y su primera exposición la realizó en 1991. Siempre ha exhibido sus cuadros en muestras colectivas por humildad. Tras jubilarse hace poco, ahora ha redoblado su actividad en lo que para ella ha sido siempre una pasión. Su obra es muy reconocible por un tema que siempre brota de su espátula, las puertas, las cerraduras, los objetos oxidados, viejos. Otra de sus características es la explosión de color que contienen sus piezas.

"No soy pintora de realidades sino de colores", gusta decir María. "Soy una persona muy abierta, muy comunicativa y los colores vivos son muy expresivos, los rojos y naranjas son los que más utilizo, el color es fundamental para mí", subraya esta pintora, que está en permanente aprendizaje pues ya se ha animado a empezar próximamente a pintar con acuarela, después de haber practicado también con pintura de telas.