El balance de intervenciones del Grupo Supramunicipal de Emergencias de Curtis evidencia hasta qué punto la colonización de la avispa asiática mantiene en jaque a los efectivos de la comarca. La retirada de nidos de vespa velutina centró el 87% de las intervenciones de 2017. "En verano y otoño destinamos prácticamente toda la jornada a retirar nidos. El problema es que a pesar de todos nuestros esfuerzos, la presencia de velutina no mengua, va en aumento", lamenta Jesús Conde, uno de los integrantes del GES.

La conquista de la comarca por parte de este insecto originario de Asia, letal para las abejas autóctonas, parece imparable. Una aplicación diseñada por la Universidad de Santiago y la Diputación de A Coruña predice un escenario más que preocupante. La ciudad y su área, especialmente Cambre, Oleiros, A Laracha, Bergondo y Betanzos, se encuentran entre los municipios con más posibilidades de verse afectados por las velutinas a lo largo de este año 2018.

Cambre es el que presenta más riesgo. La aplicación establece que hasta el 61% de su territorio presenta un riesgo "muy alto". Le siguen A Laracha, con un 60,8%; Bergondo, con un 56,2%; Oleiros, con un 55,3% y Betanzos, con un 53%.

La aplicación de la Universidad de Santiago realiza esta proyección en función de los factores climáticos y la presencia de nidos en años anteriores. Las zonas costeras presentan una mayor presencia de velutina por su clima, según explican los expertos. Las avispas prefieren lugares con temperaturas suaves y en donde no haya grandes diferencias entre el verano y el invierno.

Los insectos muestran pese a todo una sorprendente capacidad de adaptación, según los efectivos de emergencias. "Se van aclimatando al frío", explican desde el GES de Curtis, que cubre los municipios de Aranga, Curtis, Mesía, Sobrado, Vilasantar y Oza-Cesuras. "El año pasado estábamos totalmente desbordados", relata Jesús Conde. Y no es para menos. Son doce efectivos, tres por turno, y en verano recibían una media de 30 a 35 llamadas. Los municipios que atienen no se encuentran entre los de riesgo muy alto de velutina, pero han sufrido un importante incremento en los últimos años. En 2017, el clima seco y las temperaturas altas propició la proliferación de velutina. El GES realizó 1.110 intervenciones, casi la mitad, 459, en Oza Cesuras, municipio que presenta el nivel de riesgo alto según la aplicación de la USC. Los municipios rurales, con una importante superficie forestal presentan el problema añadido de que muchos nidos tardan en detectarse.

Concellos como Irixoa u Oza-Cesuras han editado bandos para solicitar la colaboración de los vecinos en primavera para la retirada de los nidos primarios de la avispa velutina. Los municipios pequeños del rural, con menos disponibilidad de medios en muchos casos, han recurrido a expertos como Lolo Parga para intentar combatir la amenaza y organiza cursos para dotar a los residentes de unos conocimientos mínimos.

Retiradas por municipios

Las cifras que registra Cambre dan cuenta del incremento exponencial de estas invasoras. El año pasado, los efectivos municipales retiraron 738 nidos, más del triple que dos años antes, en 2015, cuando se eliminaron 238. En lo que va de año, los servicios locales de Emerxencias han capturado 432 reinas y retirado diez nidos primarios. Entre febrero y marzo se colocaron 320 trampas, con lo que se prevé capturar a más reinas.

En Culleredo, en 2018 se han capturado por ahora unas 300 reinas. El año pasado se realizaron 620 intervenciones para combatir a las velutinas. El número de actuaciones es menor, quizá debido a la menor disponibilidad de recursos, en concellos como Carral, Bergondo o Abegondo. En territorio bergondés, se registraron 191 incidencias el año pasado; en el concello carralés, fueron 300 actuaciones a lo largo del pasado ejercicio y en Abegondo las intervenciones por avispa asiática en 2017 fueron 246.

El Oleiros, otro de los municipios de riesgo "muy alto" se retiraron casi seiscientos nidos de avispa asiática, más que el doble que en 2015, en el que se contabilizaron 280. Betanzos, retiró 103 el pasado año; en Sada, 193.