En tercero B los niños están en clase de Mates aprendiendo los cuadriláteros cuando llaman a la puerta y entran cuatro alumnos de sexto de Primaria, de once y doce años. "Hola, venimos a explicaros qué es la economía circular", dice una niña. Los cuatro toman la mesa del profe, hoy van a ser ellos los docentes. Han traído un vídeo, un powerpoint, unos apuntes y unas botellas para hacer un experimento. "Si tiráis el aceite al fregadero llega al mar y se queda arriba y los peces no pueden respirar y se mueren, el aceite no deja pasar la luz ni el oxígeno", les cuenta uno de estos alumnos profesores por un día a los más pequeños. Su compañera acompaña la explicación con una demostración práctica, echa aceite dentro de una botella transparente con agua y se ve cómo se queda arriba y el agua abajo.

Así fue la jornada de ayer en el colegio de Infantil y Primaria Juana de Vega de Nós, una mañana en la que hubo aprendizaje, formación, trabajo en grupo, ecologismo e interacción entre la comunidad educativa, una entidad de iniciativa social como es Mulleres Colleiteiras y el Voluntariado de Oleiros.

El departamento de Servizos Sociais promovió esta iniciativa que trata de enseñar qué es la economía circular en las edades más tempranas y al mismo tiempo hizo que este aprendizaje fuese circular: las colleiteiras y las voluntarias formaron a los de sexto de Primaria, éstos elaboraron presentaciones para explicárselo de la forma más comprensible posible a los más pequeños (incluso a los de 3 años) y todos los alumnos tenían que transmitirlo en casa, convencer a sus familiares de que deben reciclar el aceite usado. Y para cerrar el ciclo, ya instalaron un contenedor en la entrada del colegio para que todos traigan de casa el aceite en botellas, una campaña que durará hasta final de curso.

Mulleres Colleiteiras fue una iniciativa de Arquitectos sin Fronteras en 2013 para luchar contra la exclusión social de las mujeres de asentamientos chabolistas a través del autoempleo y en un trabajo además que contribuye a preservar el medio ambiente ya que recogen aceite usado de los hogares y éste se trata para reutilizaron como biocombustible o jabones.

"En abril los alumnos de sexto recibieron una sesión formativa sobre qué es la economía circular por parte de varias voluntarias y desde Mulleres Colleiteiras les explicaron cómo reciclan. Después los alumnos formaron grupos y prepararon las clases que iban a impartir a los cursos inferiores, quinto, cuarto, tercero, segundo, primero y también Infantil, que es lo que han hecho hoy [por ayer]", explicó Eva Cividanes, educadora social del Concello.

"Yo quería fomentar el trabajo en grupo y la expresión oral porque los niños de sexto van ahora al instituto y cuanto antes empiecen mejor. Estoy contenta porque lo han hecho muy bien, están muy implicados, con muchas ganas", destacó la tutora de sexto, María Jesús García.

"¿No podíamos hacerlo mañana?"; "A mí me duele la barriga", se oyó entre los alumnos de sexto, con algo de nervios al llegar el día en que iban a ser profesores por un día. Sin embargo, en cuanto fueron aula por aula interrumpiendo las clases para dar su charla, se crecieron y algunos ya era casi imposible distinguirlos de un auténtico docente. "¿Ustedes quieren que se mueran los peces? ¿No, verdad? Pues cuando lleguen a casa díganle a mamá que no tire el aceite al fregadero", indicó, con auténtico tono de profesora, Indira Vásquez, ante niños de 3 y 4 años. "Me ha gustado ser profe. Mi abuela ya recicla siempre, lo licúa, le quita los residuos, lo guarda y después lo lleva a un contenedor", agregó Indira.

En esta clase de Infantil aprovecharon para hablarles de reciclaje de papel y los pequeños no se creyeron en ningún momento que los folios se sacasen de los árboles. Uxía Novo, otro de las alumnas de sexto, también bordó su papel de profesora. "Es guay ser profe. Mi madre no reciclaba y ahora ya lo hace", aseguró Uxía. Durante estas sesiones repartieron dos coladores para el aceite por niño, además de pegatinas y una carta explicando en qué consiste esta iniciativa.

"Nosotros primero preparamos y mentalizamos a los niños y luego las colleiteiras les explicaron el proceso. Adaptamos el contenido según la edad de cada grupo. Nos impresionó la ilusión de los niños y cómo se involucraron", explicó María del Carmen Dumont, una de las integrantes del Voluntariado. "Estamos muy contentas, les han dedicado muchas horas", agregó otra de las voluntarias participantes, Katy Toimil. Soraya y Violeta Romero, Susana Peña y Emilia Allegue, de Mulleres Colleiteiras, también acudieron ayer a ver cómo se manejaron estos pequeños sensibilizadores sociales.