María Cervigón lleva casi 23 años presentando escritos, alegaciones y denuncias ante la Demarcación de Costas, el Concello de Oleiros e incluso la Delegación del Gobierno y el Gobierno central en Madrid y el año pasado, al no lograr que le hicieran caso, ya optó por recurrir a los tribunales debido a los periódicos desprendimientos de tierra y piedras que se producen desde lo alto del acantilado de Espiñeiro y que terminan sobre la playa. El juzgado archivó su denuncia, pero ha recurrido ante la Audiencia.

-¿Por qué ha presentado una denuncia contra el jefe de la Demarcación de Costas en Galicia?

-Porque Costas tiene la obligación de proteger el dominio público y considero que se han hecho varias obras en este dominio que no están acordes con la ley, unas obras que han causado daños al dominio público y a mi terreno pero que además pueden causar un accidente mortal cualquier día. Yo bajo muchas veces a la playa de Espiñeiro a avisar a los bañistas de que tengan cuidado porque hay desprendimientos, el último ocurrió este mismo mes de febrero. Si un día caen piedras y tierra encima de alguien yo no me responsabilizo, yo he estado advirtiendo de la situación de inestabilidad del terreno todos estos años sin que en Costas me hayan hecho caso. Creo que no ha hecho su labor de vigilar y proteger el dominio público.

-¿Por qué cree que se producen estos desprendimientos?

-Mi familia lleva en esta casa, al borde del acantilado, más de 40 años. Hace unos 22 años el vecino de al lado compró la casa que había e hizo otra. En ese momento Costas estaba con el deslinde, en el 96, y existía una suspensión cautelar del otorgamiento de licencias al Concello en la el ámbito afectado por el deslinde. Sin embargo, durante ese tiempo el vecino construyó una nueva vivienda, unas nuevas escaleras y una bodega subterránea que parte está en dominio público, como confirmó la Axencia de la Legalidade de la Xunta. Y la casa nueva que construyó está, en parte, en zona de servidumbre. Hizo unas nuevas escaleras que bajan a la playa para poder ejecutar la bodega. En el 97 hubo un desprendimiento importante del talud y en el 99 otro, y tras este último Costas autorizó a este vecino a hacer obras de estabilización pero construyó también la bodega y tres terrazas en el acantilado. Usó unas máquinas que produjeron vibraciones, se movió toda mi casa y se abrieron grietas en el terreno. No hubo nunca inestabilidad en el talud hasta que se realizaron estas obras. Yo solo quiero que el Estado cumpla la ley como es su obligación. A mí me quitaron parte de mi finca con el deslinde y lo acepté.

-¿Por qué cree que Costas permite estas obras?

-Con la disculpa de que sí se permiten obras de emergencia si hay desprendimientos durante las medidas cautelares, el vecino hizo otras construcciones pero no sé por qué para Costas no existió el primer derrumbe, ni existe la bodega subterránea que sin embargo la Xunta sí que constató, ni tampoco ve obras en zona de dominio público. En el expediente de Costas no figura el informe de la Axencia da Legalidade, tuve que llamarles para que lo mandaran. Se están cayendo, talud abajo, trozos de hormigón de esa bodega que construyó y Costas dice que son derrumbes de mi terreno. Al ejecutar esa bodega se taponó, con restos de obra, la red de alcantarillado. En el expediente de la obra que se ejecutó en la finca de al lado figura un plano que es diferente al del deslinde oficial que tengo yo, es un plano donde la línea de servidumbre está más baja y la casa del vecino queda fuera. Son muchas cosas. ¿Y a dónde se han vertido las aguas residuales hasta que en 2017 se puso una bomba? ¿De qué son esos tubos gruesos que bajan por el talud hasta la playa? Para Costas no existe nada de esto. La denuncia presentada en el juzgado también va contra él pero porque Costas no actuó.

-Y denuncia que la Demarcación de Costas sí ha actuado cuando un vecino de A Coruña en noviembre de 2016 denunció todas las escaleras en acantilados

-Denunció en noviembre de 2016, justo tras la inspección de la Axencia da Legalidade de Xunta, y Costas a él sí que le hizo caso rápido, en julio del año pasado ya fue a la finca de este vecino a ver las escaleras y a medir, y a nosotros nos vinieron este mes de febrero. Esta denuncia se presentó para legalizar las obras ejecutadas en los años noventa.