El Ayuntamiento de Betanzos ha requerido por escrito a la empresa Visecorsa, ubicada en Talai, que adopte "las medidas pertinentes para evitar la emisión de ruidos y humos contaminantes que puedan ocasionar daños medioambientales y riesgos para la salud de los vecinos de la zona".

La Junta de Gobierno Local acordó ordenar a la empresa a tomar medidas después de las reiteradas quejas de los vecinos por las molestias ocasionadas por su actividad, en concreto, "ruidos, olores por la quema de residuos y humos negros que podrían ser contaminantes y producir daños medioambientales", según recogen los escritos presentados por escrito.

A la vista de las quejas, el Concello ha trasladado la situación al Laboratorio de Medio Ambiente de la Xunta para que los técnicos "verifiquen los hechos y, en su caso, adopten las medidas que procedan para evitar posibles daños a la salud de las personas".

El BNG celebró ayer que el Concello haya adoptado "al fin" medidas para forzar a la empresa a cumplir la normativa. Los nacionalistas, que trasladaron al pleno las quejas vecinales el pasado marzo, recuerdan que ellos se opusieron desde el principio a la instalación de la empresa en el núcleo de Talai, en una parcela muy próxima a viviendas. "Cuando se instaló en la antigua fábrica de Maderas Betanzos ya advertimos que no era un aserradero ni una pequeña empresa familiar y que no era el lugar para que estableciese una empresa como esta, pero el Gobierno local ignoró nuestras peticiones y las de los vecinos de Talai", lamentan.

El BNG propone al Concello que, a la vista de las quejas de los residentes, negocie con Visecorsa su traslado al polígono de Piadela. "Podría aprovechar la redacción del plan general para negociar este cambio de ubicación", plantean.

Con licencia desde 2014

El Concello concedió en 2014 la licencia definitiva a Visecorsa SLU para la puesta en marcha de un aserradero de madera en Talai. El Gobierno local desoyó las peticiones de los residentes en este pequeño núcleo rural, que llegaron a recoger firmas contra la instalación de la planta. El Ejecutivo argumentó que no podía oponerse a una actividad que disponía de todos los informes técnicos favorables, aunque garantizó que impondrá una serie de "condiciones" a la actividad.

Las quejas por la actividad de este aserradero llegaron a los juzgados, pero la denuncia fue archivada al disponer la empresa de informes técnicos favorables y de los permisos en regla.