El alcalde de Miño, Ricardo Sánchez Oroza, declaró ayer ante el juez en calidad de investigado por el accidente laboral que sufrió un operario municipal en agosto de 2016, que le ha dejado secuelas graves e irreversibles. El trabajador se cayó de una escalera cuando realizaba labores de poda en un árbol para hacer sitio a un food-truck en el entorno de la playa.

El accidente se produjo fuera del horario laboral, por orden directa del alcalde y sin que se hubiesen adoptado las medidas de seguridad preceptivas, según denuncia la representante legal del operario.

Según ha podido saber este diario, el alcalde negó que hubiese presenciado los trabajos, tal y como sostiene el denunciante. Ricardo Sánchez solo admitió que pasó por la zona durante las labores de poda.

El regidor, que ayer se negó a responder a las preguntas de la abogada del trabajador lesionado, negó desde el primer momento cualquier responsabilidad en este suceso.