La Dirección General de la Marina Mercante insiste en que la reforma que autorizó en el pesquero de Ribeira Toñete es legal y que se realizó para corregir los fallos de estabilidad que presentaba el barco desde que se construyó, en 1999. En un comunicado enviado a este diario, la institución dependiente del Ministerio de Fomento asegura que la reforma no alteró el volumen bajo cubierta del buque, sino "únicamente el arqueo total que ha sido certificado por la Capitanía Marítima".

La institución contradice así el criterio de hasta tres ingenieros navales de la Capitanía Marítima de A Coruña que, como adelantó

LA OPINIÓN, certificaron que las obras de transformación del barco habían alterado su arqueo bajo cubierta. La variación de esta magnitud es clave en la reforma de un pesquero porque la legislación sobre embarcaciones pesqueras prohíbe que se incremente sin que su armador compre tonelaje de barcos en desuso con el objetivo de que la flota pesquera no aumente. El capitán marítimo, Gustavo Ortega, obvió los informes de los ingenieros cuando permitió la obra y remitió un informe a la Consellería de Pesca que ocultaba las objeciones técnicas de los inspectores. Pesca ha abierto una investigación para aclarar el caso después de recibir la denuncia de un funcionario que alertaba de las presuntas irregularidades.

Irregularidades denunciadas

La reforma del Toñete fue permitida después de que los inspectores marítimos descubriesen que presentaba fallos de estabilidad y dimensiones distintas a las autorizadas por Marina Mercante, irregularidades que ni habían sido detectadas ni constaban en su documentación oficial. La obra consistió en construir una nueva cubierta a 55 centímetros de la original y rellenar el hueco con poliuretano. La Capitanía tomó como referencia la cubierta más baja para calcular el volumen bajo cubierta, en contra de lo establecido por la legislación.

Marina Mercante admite en su escrito que la cubierta que debe ser considerada es siempre la más alta, pero expone: "La Administración española en el caso del buque Toñete no ha procedido de forma distinta a como venía actuando en otros buques aportados como baja". La institución añade que en 2003, cuando entró en vigor el reglamento sobre el arqueo de buques pesqueros, se encontró con que los barcos con dos cubiertas que se aportaban como baja habían sido construidos y medidos con la anterior legislación y por lo tanto su tonelaje se medía hasta la cubierta inferior. Marina Mercante "ha considerado en todos los casos que el volumen bajo cubierta en un buque de dos cubiertas de nueva construcción debería ser el equivalente al del buque que se aportaba como baja", dice.

El escrito no explica sin embargo por qué el certificado de arqueo expedido hace semanas al Toñete tiene en blanco la casilla destinada al volumen bajo cubierta y por qué la Capitanía no investigó quién expidió los certificados que avalaban la estabilidad y seguridad del buque cuando durante nueve años navegó con fallos de estabilidad.