Todos los buques, nuevos o antiguos, grandes o pequeños, pueden hundirse y en las consecuencias del naufragio influye decisivamente el factor humano, es decir, que las tripulaciones "sepan lo que tienen que hacer" ante situaciones como vías de agua o golpes de mar y que conozcan y apliquen criterios de correcta disposición y manejo de cargas o aparejos para evitar los siniestros "evitables". Así, la "formación, formación, formación" de las tripulaciones en los aspectos relacionados con la estabilidad de los buques se convierte en herramienta fundamental para la seguridad de estos profesionales, que también deben disponer de información "entendible y sencilla" de la reglamentación en este ámbito, al contrario de lo que ocurre ahora, en que disponen sólo de un complicado manual técnico que, por tales características, no suelen ni abrir.

De tal planteamiento parten los organizadores del seminario Estabilidad de los buques pesqueros y sus tripulaciones, que reúne a expertos internacionales el próximo miércoles, día 16, en Vigo, en paralelo con la World Fishing Exhibition para analizar experiencias en estas cuestiones que se realizan en países de "mares complicados", como Canadá, Reino Unido o Islandia. El país nórdico cuenta, por ejemplo, con un sistema de predicción meteorológica y de oleaje tan concreto que, desde su puesta en marcha, ha reducido a cero sus siniestros marítimos.

Quiso la fatalidad que los hundimientos de dos pesqueros gallegos en los últimos días en Portugal y Cedeira pusieran de máxima actualidad el eje del seminario, destinado a las tripulaciones, tal como precisaron José Antonio Lagares, presidente territorial de Galicia de la Asociación de Ingenieros Navales, y Guillermo Gefaell, director del encuentro. Sobre las causas de tales accidentes, ambos expertos evitaron "especulaciones" por desconocer los detalles. Gefaell manifestó su convencimiento de que están relacionadas con problemas de estabilidad y recordó que los hundimientos por este motivo -mala distribución de la carga o reformas inadecuadas e ilegales- "no avisan y el barco se hunde de repente, como un edificio que colapsa". Sobre la siniestralidad de la flota gallega la consideraron no demasiado elevada para los 5.000 buques censados en Galicia.