Si los ciclos naturales se cumplen, en pocos días el Índico, donde faena la flota atunera española será un océano en calma y eso es sinónimo tanto de buena pesca como de peligro ante una posible reactivación de la actividad pirata. La época de los monzones, que embravecen el mar, toca a su fin y los pescadores saben que los esquifes de los asaltantes somalíes pueden salir al mar con mayor seguridad e intentar nuevos ataques. Según señalaba ayer el representante de una de las empresas armadoras y confirmaba desde el propio Índico Marcos Nine, capitán del atunero Alakrana aún quedan restos de inestabilidad en algunas zonas pero el monzón se acaba y en "unos días empieza la tensión", el "estar permanentemente pendientes del radar y muy atentos a cualquier cosa que pueda pasar".

Las medidas de seguridad -vigilantes privados a bordo armados, además de la fuerza militar desplegada en la zona dentro de la operación europea Atalanta a la que España aporta dos buques de la Armada y avión de patrulla- les dan, sin embargo, "confianza y cierta tranquilidad". El armador así lo resalta y quiere hacer caso de los mensajes oficiales de mayor control en tierra para evitar que los piratas salgan al mar. Además, recuerda los intentos de abordaje sufridos el pasado invierno y que lograron ser repelidos por los vigilantes de los pesqueros. "Ahora es difícil que los piratas logren asaltar un barco como los nuestros porque tenemos vigilantes armados", señala, por su parte, Nine.

En el Índico faenan en la actualidad una docena de atuneros de bandera española y una cantidad similar de buques de capital español -en su práctica totalidad de armadoras vascas- pero pabellón extranjero. A bordo, casi dos centenares de marineros gallegos, en su mayor parte del Miñor, Morrazo y Barbanza. Otros tantos son vascos y, el resto, de distintos países africanos.

En la actualidad, la flota está dispersa por el Índico, en busca de una pesca, "muy normalita", lo habitual en estos meses de mala mar, cuando la flota aprovecha para reparaciones en tierra.

Sin embargo, pronto subirá la tensión y, de hecho, ya ha comenzado. En las últimas horas se recibía de la misión Atalanta el aviso de un grupo de piratas en aguas somalíes. "Están lejos, pero en dos días están en aguas internacionales; y eso es un comienzo", explica el capitán Nine.

Nuevo secuestro

Mientras, ayer se conoció el secuestro por piratas de un barco mercante de bandera maltesa frente a las costas de Somalia con 18 tripulantes a bordo, 15 georgianos y tres turcos, según informó la misión naval contra la piratería de la UE. El Olib G, fue capturado cuando navegaba por la zona oeste del corredor recomendado. Las aguas del golfo de Adén registraron en los últimos meses un considerable descenso de ataques piratas. Sin embargo, se calcula que hay 23 barcos secuestrados en la actualidad en el Índico, con 424 tripulantes a bordo.