La investigadora coruñesa Ana Tubío, recién cumplidos los 26 años, acumula ya varios años de experiencia analizando los beneficios de las reservas marinas de interés pesquero de Galicia. Colaboró en el seguimiento de la de Lira y ahora lleva casi tres años centrada en la de Cedeira, la que le ha brindado el tercer premio de las Becas Soñadores de este año. Unas zonas protegidas que considera "fundamentales" para la sostenibilidad de la pesca.

-¿Qué importancia tienen las reservas marinas para la recuperación de los recursos pesqueros?

-En Galicia, que son reservas marinas de interés pesquero, son fundamentales. No es solo conservación sino que se trata también de que los recursos sean sostenibles.

-¿Los beneficios se notan también en el exterior del área protegida?

-Sí, esa es la teoría de las reservas. Hay zonas en las que no se permite la pesca y otras en las que se fijan ciertas limitaciones de uso. Después está la zona externa. Lo normal es que la biomasa excedente de esas áreas protegidas, cuando no hay suficiente espacio, migre a las zonas adyacentes, con lo que de esa forma se beneficia incluso la flota que faena fuera de la reserva.

-¿Con qué frecuencia se recogen los datos de capturas en la ría de Cedeira?

-Ahora, con la beca, pretendemos ir dos veces por semana a tomar datos y otra de observación a bordo para controlar el tema de los descartes.

-¿Cuándo se empezarán a ver los beneficios de tener este área protegida?

-En principio la mayoría de los expertos dicen que hay que esperar cinco años para ver mejoras. Yo creo que depende de las especies. Unas se recuperan muy rápido, y hay cambios en tres o cuatro años, y otras se reproducen más lentamente, por lo que los beneficios tardan más en verse.

-Creo que algunas especies ya registran una buena evolución. ¿Cuáles son?

-Al tratar con el sector pesquero solo estudiamos aquellas que interesan a la flota. Este año, por ejemplo, han capturado mucha sepia, y solla también hay mucha más. Pero aún no hemos analizado si es por la propia biología de la especie o por los beneficios de la reserva. En la sepia sí que creemos que es por la protección, porque antes había barcos que faenaban en la boca de la ría y que ahora no están. La reserva le dejó vía libre para entrar a desovar a la ría.

-Hay expertos que dicen que Galicia debe tener un área protegida por ría. ¿Es exagerado?

-Habría que estudiarlo. Las reservas marinas son buenas pero tampoco se pueden poner como norma en todas las rías. Deben ser zonas con especial interés para la reproducción de las especies, para la pesca o con interés biológico.

-¿En algunos casos se podría perjudicar al sector pesquero?

-Con las reservas se establecen normas, se acotan zonas en las que no se puede pescar, y estas reglas deben fijarse con fundamento.

-En Lira y Cedeira las decisiones van de la mano del sector. ¿Es la clave para que estas áreas protegidas funcionen?

-Es fundamental que los pescadores estén implicados desde el principio porque son los que trabajan en el mar, los que viven de ello y los que al final van a salir beneficiados o perjudicados. En España escasean las reservas con un modelo participativo del sector pesquero como el gallego.

-Eso a pesar de que la flota es, muchas veces, la que mejor conoce los recursos de la zona.

-Sí. Para nosotros los pescadores son fundamentales. Llevan toda la vida trabajando ahí y saben perfectamente donde hay más pescado. Nosotros tenemos un mapa sobre los fondos de la ría de Cedeira por conocimiento tradicional: nos dicen donde hay roca, arena, recursos... y después bajamos con buceadores y lo comprobamos. Nos dan unas pautas con las que ya tenemos parte del trabajo hecho.