El descenso del tráfico marítimo internacional por la crisis económica provocó que el año pasado las inspecciones a buques realizadas por los países firmantes del Memorando de París (MOU de París) descendiesen levemente respecto a 2009. Los veintisiete estados firmantes del acuerdo -de todo el mundo y comprometidos con el objetivo de mejorar la seguridad marítima y la protección del medio marino mediante la inspección y control de los barcos extranjeros que recalan en sus puertos- realizaron el año pasado 24.058 revisiones, frente a las 24.186 del ejercicio anterior, un 0,5% menos. España continúa a la cabeza de las inspecciones con el 8,7% del total pese a sufrir un ligero descenso en relación con 2009. Las autoridades españolas reconocieron 2.093 embarcaciones en 2010 mientras que el año anterior controlaron 2.170, lo que equivale a una reducción del 3,5%.

En 1.428 de las 2.093 revisiones realizadas por España se detectaron deficiencias, un 68% del total, mientras que 95 buques (el 4,5% de los reconocidos) fueron detenidos para que subsanasen las irregularidades encontradas, al entender que suponían un peligro para la navegación y la seguridad marítima.

En el conjunto de estados del MOU de París, 13.282 de las 24.058 inspecciones practicadas detectaron alguna anomalía, un 55% del total. El número de navíos inmovilizados, por su parte, ascendió a 790, un 3% de los revisados.

Tras España, el siguiente país con una mayor actividad inspectora fue Italia, con 1.993 controles realizados (el 8,3% del total), seguido de Reino Unido (1.832, el 7,6%) y Holanda, con 1.698 revisiones, el 7,1% de todas las efectuadas. En el lado contrario, con el menor volumen de inspecciones, se encuentran Islandia (106), Malta (241) y Eslovenia (267).

Los estados firmantes del MOU de París lograron superar el año pasado su compromiso de revisar al menos el 25% de los buques extranjeros que recalaron en su puertos, con un 30% del total. En el caso de España, las autoridades controlaron el 30,6% de las embarcaciones recibidas, 2.093 de las 6.844 que pasaron por sus puertos durante todo el ejercicio.

Solo uno de los miembros del MOU se quedó por debajo de ese compromiso del 25%, Portugal, que reconoció únicamente el 17,3% de los buques que atracaron en sus puertos. En el lado contrario se encuentran Rumanía y Rusia, con el mayor índice de barcos revisados. Las autoridades rumanas inspeccionaron 1.233 de las 1.952 embarcaciones recibidas (un 63,2% del total) mientras que las rusas controlaron 1.358 de las 2.474 que recalaron en su territorio, un 54,9%.

En lo que se refiere a la situación de los buques españoles, los países del Memorando de París revisaron 52 navíos abanderados en España, algunos de ellos en varias ocasiones, por lo que el número total de reconocimientos ascendió a 88, una cifra levemente inferior a la de 2009, cuando se contabilizaron 94. De esas inspecciones, en 45 (el 51,1% del total) se detectó algún tipo de deficiencia. Mientras, solo un buque español fue retenido el año pasado por suponer un riesgo para la navegación mientras que el año anterior habían sido inmovilizados dos.

Por tipos de barcos, los que registraron una mayor proporción de anomalías en el conjunto de países del MOU fueron los congeladores, con un 68% de controles que detectaron alguna irregularidad, 442 de los 648 realizados. En segundo lugar aparecen los navíos de carga general, con 5.831 revisiones que localizaron deficiencias de un total de 9.139, un 63,8%. A continuación están los buques de pasajeros y los graneleros. En el lado contrario se encuentran los petroleros, los que menos deficiencias registraron. Solo en 691 de las 1.934 inspecciones a las que fueron sometidos se detectaron anomalías.

Mientras, los navíos con más detenciones fueron los de carga general (500, un 5,5% de los controles pasados), seguidos de los graneleros, con 93 inmovilizaciones.