Lleva unas semanas al frente de la Agencia Comunitaria de Control de la Pesca (ACCP), con sede en Vigo, cargo para el que fue elegido por la Comisión Europea entre casi medio centenar de candidatos. Sin tiempo aún de entrar en contacto con el sector pesquero de la comunidad en la que residirá los próximos cinco años, en su primera entrevista se muestra maravillado con la luz "esplendorosa" de Galicia, "que no es la del Mediterráneo ni la de Bretaña".

-¿Con qué ánimo asume este nuevo cargo, tanto en lo profesional como en lo personal?

-Con sentimiento de orgullo y placer por estar a la cabeza de una agencia que cuenta con un equipo con grandes capacidades profesionales y humanas y para tomar el hilo de un trabajo importante y destacable que ha hecho el señor Koster -Harm Koster, su antecesor en el cargo-. Mi labor es poner en marcha el programa de trabajo que está adoptado por el consejo de administración y desarrollar e implementar los objetivos marcados, que son tanto operativos como de cooperación y servicio a los estados y a toda la comunidad europea en el sector de la pesca.

-¿Cuáles fueron sus motivaciones personales para presentarse candidato a este puesto?

-Conozco la agencia desde su creación; pertenecí al equipo en la Administración francesa que estuvo negociando y redactando el reglamento fundacional y siempre me he sentido muy vinculado con este proyecto, que es muy importante para una efectiva implementación de la Política Pesquera Común (PPC) y para asegurar que todos los operadores son tratados de una forma igualitaria. Es un elemento esencial de la puesta en marcha de la PPC para asegurar el trato equitativo y el mismo nivel de implementación de las medidas y garantizar la sostenibilidad de los recursos.

-Una de sus misiones será aplicar las nuevas medidas incluidas en la reforma de la PPC que la flota de España y Galicia, pero también de otros países, cuestiona. ¿Cómo interpreta las críticas y cuál será el papel de la agencia?

-La reforma de la PPC se inscribe dentro del proceso legislativo que inició la Comisión y que luego será legislado por las autoridades competentes, el Consejo y el Parlamento, por lo que la agencia no tiene un mandato dentro de esta reforma. Lo que compete a la agencia es el reglamento de control que se aprobó en 2009 y, por tanto, no me puedo pronunciar respecto al texto de la reforma. El único mensaje que me gustaría trasladar es que dentro de la propuesta sí hay elementos que van a asegurar la sostenibilidad de los recursos pesqueros tanto desde el punto de vista social como del económico.

-¿Cuál es el escenario en que quedará el sector pesquero comunitario tras esta reforma?

-Creo que hay un cierto número de elementos dentro del proyecto para la reforma de la política pesquera que nos dan una perspectiva para que pueda haber una sostenibilidad y un futuro sólido. Es el caso de la adopción del rendimiento máximo sostenible. Esta reforma puede contribuir a mantener un sistema económico en Europa pero la cuestión que hay de fondo es la situación de los recursos, que no se puede ignorar. Pero esto lo digo más como algo personal que desde el punto de vista de la agencia.

-Los pescadores se quejan de demasiados controles, normas y medidas. ¿Cree que son suficientes, pocos o demasiados?

-Pienso que la actividad pesquera es muy compleja, por el número de recursos, técnicas, zonas, posiciones de los buques... Se usa mucho la alta tecnología e incluso hay buques que son antiguos y usan técnicas modernas y por tanto el control debe estar adaptado a esta situación. Al mismo tiempo el control debe ser aceptado por el propio sector pesquero ya que, también por cuestiones de seguridad, es importante. El control debe ser razonable, eficaz y disuasorio. A través de los planes de despliegue conjunto hemos desarrollado un sistema de control, que es apropiado para Europa y que, con los diarios electrónicos de a bordo, permitirá un control más eficaz y disminuir la carga administrativa para los pescadores.

-¿Tiene pensado algún cambio en la agencia, algún reto o plan de actuación?

-La agencia es de coordinación, tiene una colaboración muy estrecha con los estados miembros y con la CE. Es una facilitadora, por lo que no podemos hacer nada sin ellos. Es verdad que tenemos una gran madurez en la relación y vamos a continuar desarrollando los planes de despliegue conjunto, que es un proceso que comienza en Bruselas. Si la propia CE decide que hay que hacer algún nuevo plan de despliegue, la agencia lo pondrá en marcha.

-¿El objetivo principal es erradicar la pesca ilegal?

-Habrá una implicación más fuerte en la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada sobre la que existe un reglamento que se adoptó en 2008 y estaremos más centrados en este trabajo, junto con los estados y la CE y con otras agencias y organismos internacionales. También se hará un trabajo en la estructuración de los sistemas de información, en las bases de datos que se están utilizando y que también compartiremos tanto con los estados miembros como con Bruselas... Pero el trabajo de la agencia está estipulado y recogido en el plan plurianual adoptado por el consejo de administración y la responsabilidad del director de este organismo es ponerlo en marcha, ejecutarlo.

-¿Qué nivel de coordinación y de receptividad hay de los países al trabajo de la agencia?

-Es muy alto, y es un placer hoy en día porque pienso que todos los estados miembros han trabajado mucho sobre la misma dirección.