"Muy satisfecha". Así se confiesa Beatriz Novoa, científica del CSIC, responsable del Grupo de Inmunología del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) y una de las personas que dio forma a este proyecto.

-La investigación concluye en 2014. ¿Qué queda por hacer?

-En ese año finaliza la investigación, en concreto este proyecto de secuenciación, y hemos obtenido cientos de miles de genes. Ahora el objetivo es aplicar la investigación a la fase larvaria de los bivalvos, que es la que presenta un mayor índice de mortalidad, buscar genes y marcadores de selección, para discriminar stocks.

-¿Cuál es su aplicabilidad en el mercado?

-Lo que hemos hecho es un primer paso, una evaluación y valoración de información que forma parte ya de una base de datos para que científicos de otros ámbitos los puedan usar.

-Son datos accesibles para todo el mundo...

-Sí, son datos públicos. Esta es la parte del interés general. El interés aplicado es un segundo paso, nosotros ponemos la base. Habrá que ver si alguno sirve como marcador. Y en tercer lugar está el conocimiento, ver el sistema inmunológico de estos animales. Es muy interesante.

-¿Cómo se defienden los bivalvos de los virus y bacterias?

-No tienen un sistema inmune completo, pero dan una respuesta muy eficaz contra virus o bacterias. Y no tienen anticuerpos.

-¿Hubo alguna sorpresa?

-El mejillón, por ejemplo, es muy resistente. Su sistema inmunitario mata bacterias, virus..., tiene una capacidad tremenda de defenderse. Puede servir para estudiar antimicrobianos naturales... porque nuestros antibiótico generan bacterias resistentes a ellos.