El sector pesquero y acuícola gallego está resistiendo especialmente bien la crisis económica en lo que a empleo se refiere, aunque dentro de esta rama económica también hay excepciones. Es el caso del marisqueo a pie, que no pasa por su mejor momento. Durante el año pasado este subsector perdió 153 profesionales (un 4%) y acumula más de una década de descensos continuados en el número de trabajadores. En 2010 el número de permisos de explotación marisquera (permex) concedidos por la Consellería do Mar ascendió a 4.123, mientras que a 31 de diciembre de 2011 se quedó en solo 3.970, según los datos publicados recientemente por la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente del departamento que dirige Rosa Quintana.

Las causas de este descenso, según el propio sector, son la contaminación de las rías gallegas y la acción de los furtivos. Precisamente, estos factores provocaron que la producción de los bancos marisqueros -que determina el número de licencias que se conceden en cada cofradía- haya descendido considerablemente en los últimos ejercicios. "El colectivo se está reduciendo mucho por la falta de vigilancia de las rías y la contaminación de los lodos. Estamos quedando sin arenales y eso hace que, en base a la producción, no se amplíen permisos porque sino trabajaríamos muy poco", explica el presidente de la Asociación de Marisqueo a Pie de la Cofradía de A Coruña, Manuel Baldomir. "Habría que sanear las rías y reforzar la vigilancia para que los furtivos no esquilmen los recursos. Ellos extraen de todo, molusco grande y pequeño, y cuando los biólogos hacen las muestras ven que hay muy poco marisco", lamenta el representante del pósito coruñés.

Mayores descensos

Por provincias, la que más permex perdió durante 2011 fue Pontevedra, con 93, seguida de A Coruña, con 55, y Lugo, con solo 5 menos.

En las costas coruñesas las cofradías que sufrieron el mayor recorte de licencias fueron A Coruña y Ferrol, con 14 autorizaciones menos a 31 de diciembre del año pasado. Actualmente el pósito coruñés cuenta con 114 mariscadores a pie y el ferrolano solo con 20. Mientras, el mayor aumento de los permisos en aguas coruñesas correspondió a la cofradía de Noia, con 9 más, hasta alcanzar los 417 profesionales.

Baldomir asegura que los arenales coruñeses podrían generar "muchísimo empleos" si estuviesen saneados y mejor vigilados. "En los años 80 en la ría de O Burgo había 1.200 trabajadores, con lo que se podrían crear muchos puestos de trabajo, a lo que hay que añadir que los empleos en el mar generan más en tierra", sentencia. "La Xunta anunció a bombo y platillo el dragado de la ría coruñesa pero los trabajos no dan comenzado. Hasta que estén publicadas en el diario oficial, no nos creeremos sus promesas", concluye el portavoz del pósito coruñés.

En la provincia pontevedresa los mayores recortes correspondieron a las cofradías de Pontevedra (-25) y O Grove (-21) y el mayor repunte al de Vilanova, con 16 licencias más.

Por géneros, la mayoría de los permex corresponden a mujeres. Ellas ostentan casi el 90% de las autorizaciones de marisqueo a pie existentes en Galicia (3.563 de las 3.970 totales) frente a poco más del 10% que corresponden a los hombres (407).

La falta de relevo generacional en el sector marisquero gallego es patente y la incorporación de jóvenes a la actividad es muy lenta. Los profesionales de menos de 35 años no suponen ni el 8% del total, solo 297 de las 3.970 personas que contaban con permiso de marisqueo a pie al cierre del año pasado. Además, es una situación sostenida en el tiempo, que se arrastra ya desde hace varios años. Únicamente tres trabajadores gallegos del sector están por debajo de los 20 años, 88 tienen entre 21 y 30, y 206 cuentan con entre 30 y 35 años.

A partir de esa edad el número de profesionales comienza a aumentar. Los mariscadores de entre 36 y 40 años ascienden a 347, lo que supone un 8,7% del total, más que todos los de menos de 35. Mientras, los de entre 41 y 50 años representan un 26,7% de los existentes a 31 de diciembre de 2011, más de un millar, y los de entre 51 y 60 superan el 39%, con más de 1.500 personas autorizadas a desarrollar la actividad. El grupo de trabajadores de edad más avanzada, por encima de los 60 años, cuenta con 699 profesionales, un 17,6% del total.