La campaña de la anchoa comenzó oficialmente el 1 de marzo pero la actividad de la flota en el golfo de Vizcaya no fue plena hasta finales de abril, cuando se supone que la especie se acerca más a las costas vascas y galas. Este año, sin embargo, los bancos de peces están retrasando su llegada al litoral, con lo que los pesqueros tienen que realizar grandes travesías para lograr buenas capturas. En las últimas semanas las embarcaciones han tenido que desplazarse unas "80 o 90 millas" mar adentro para completar los cupos de captura "con relativa facilidad". "Están teniendo que hacer grandes trayectos, de unas ocho horas de navegación, para alcanzar los topes asignados, y algunos ni siquiera los cubren", explica el presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Benito González.

Esta situación provoca mayores gastos para los armadores -porque el consumo de combustible aumenta y su precio es alto- que, según el portavoz de los pósitos gallegos, se están compensando con unas buenas cotizaciones de la anchoa en lonja. "Está alcanzando precios aceptables, que permiten que la actividad sea rentable. Marca una media de tres euros el kilo porque es pescado de buen tamaño", aclara González.

A los buenos resultados de las subastas en lonja ayuda también el hecho de que, al faenar lejos de la costa, los pesqueros llegan a puerto de forma escalonada y la oferta de producto es menor. "Si llegasen todos los barcos a la vez, seguro que los precios caerían", sentencia el presidente de la Federación Galega.

Mejoría del mercado

Otro factor que incide en los buenos datos de venta en las lonjas del Cantábrico es el tamaño de la anchoa que captura la flota del Mediterráneo, mucho más pequeña que la del golfo de Vizcaya, lo que hace que los compradores prefieran adquirir la segunda. "Los barcos que faenan en aguas del Mediterráneo están capturando pescado muy pequeño, con lo que les estamos sacando mercado. Ellos pescan alrededor de 160 piezas por kilo mientras que en el Cantábrico la talla mínima que tenemos establecida es de 90 unidades por kilo", relata González.

La flota confía en que en las próximas semanas los bancos de anchoa se acerquen más a la costa española y que eso permita reducir los costes de explotación de los buques e incrementar levemente su rentabilidad si los precios se mantienen.

Actualmente en aguas del golfo de Vizcaya faenan alrededor de 60 buques gallegos con base en localidades costeras como Portosín, Aguiño, Camariñas, Sada, Ares, Pontedeume, Celeiro, Burela, Foz, Cambados, A Illa de Arousa, Portonovo, Cangas, Redondela y Vigo.

La buena noticia para el sector este año es que cuenta con el doble de posibilidades de pesca que en 2011. Mientras que en la campaña anterior el máximo de capturas fue de 15.600 toneladas de anchoa, a repartir entre España y Francia, en la actual ascienden a 29.700 toneladas.