La flota pesquera española y europea vive con tensión las votaciones del Parlamento Europeo sobre los acuerdos pesqueros con terceros países desde que en diciembre del año pasado rechazó la prórroga del protocolo de pesca con Marruecos. Ayer, sin embargo, recibió una buena noticia de la Eurocámara, que aprobó el nuevo convenio entre los Veintisiete y Mozambique, que ya se estaba aplicando provisionalmente desde enero y que pretende garantizar una pesca sostenible en los caladeros africanos. El pacto permite faenar en aguas mozambiqueñas a 38 buques españoles -22 atuneros de cerco con tripulación gallega a bordo y 16 palangreros de superficie, los 16 con base en Galicia-, 28 franceses, siete portugueses, un italiano y un inglés.

Con 566 votos a favor, 89 en contra y 17 abstenciones, los eurodiputados apoyaron un informe de la eurodiputada del PSOE Dolores García-Hierro que da luz verde al convenio y pide que la Eurocámara asuma un mayor papel en su supervisión y aplicación.

El nuevo protocolo reduce las licencias de pesca -para 75 pesqueros, en comparación con los 89 del anterior- y también el esfuerzo de pesca -8.000 toneladas, frente a las 10.000 del acuerdo previo-, aunque establece la posibilidad de aumentar el techo de capturas si fuese necesario. El motivo de esta reducción es que en los últimos años el conjunto de las capturas de la flota europea en aguas del país africano fue inferior a los niveles asignados.

El convenio, que se aplica provisionalmente desde el 1 de enero de 2012 y proseguirá hasta el 31 de enero de 2015, obliga además a los propietarios de buques a enrolar marineros del país africano. El acuerdo requiere que los armadores contraten al menos a dos pescadores mozambiqueños por cada atunero de cerco y uno por cada buque de palangre de superficie. En caso de que decidan no enrolar a ningún marinero del país africano deberán pagar una multa de 30 euros al día.

Compensación económica

La contrapartida financiera del convenio asciende a 2,9 millones de euros durante los tres años de vigencia -980.000 euros anuales, de los que 520.000 son por acceso a las aguas de Mozambique y 460.000 para desarrollar su política pesquera-. Además, establece que un tercio de los buques europeos autorizados a pescar en esas aguas serán sometidos a una inspección anual en un puerto de Mozambique antes de empezar a faenar.

Mientras, desde el próximo 1 de julio se introducirá un sistema electrónico para registrar y transmitir datos sobre capturas y un instituto científico mozambiqueño ayudará a comprobar las informaciones transmitidas por la flota.