Un marinero falleció ayer y otro resultó herido leve cuando el pesquero Serviola Uno, en el que navegaban, chocó contra una batea del polígono marisquero de Muros y se hundió pocos minutos después de las seis y media de la mañana de ayer. El fallecido es Manuel Carou, un marinero de 51 años, natural de Porto do Son y residente en Portosín, que aunque consiguió ponerse el chaleco salvavidas tras la colisión, murió poco antes de ser rescatado, junto con sus otros cuatro compañeros, por otras embarcaciones que faenaban por la zona. Otro tripulante, de nacionalidad marroquí y 21 años, tuvo que ser trasladado al Hospital Clínico de Santiago con síntomas de hipotermia, aunque fue dado de alta en la tarde de ayer. Los otros tres tripulantes son otro gallego -patrón y armador de la embarcación- y dos senegaleses.

El naufragio del pesquero Serviola Uno, con puerto base en Porto do Son, se produjo pasadas las seis y media de la mañana cuando la embarcación navegaba junto a un polígono de bateas y chocó contra una de ellas por causas pendientes de investigar.

La embarcación alertó al Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Finisterre, que recibió a las 6.40 horas el aviso de la radiobaliza del pesquero y desplazó hasta el lugar el helicóptero Helimer y a la embarcación de intervención rápida Salvamar Regulus para que procediesen a realizar el rescate. También se desplazaron hasta el puerto Urxencias Médicas y Protección Civil de Muros. Salvamento transmitió un mensaje de socorro para pedir la colaboración de los barcos próximos al lugar del naufragio. Hasta allí se acercaron dos embarcaciones que se encontraron el cuerpo sin vida de Manuel Carou y al resto de la tripulación agarrada a una batea, hasta la que lograron llegar antes de que el Serviola Uno se hundiese, a unos 400 metros del puerto de Muros, donde permanecen los restos del pesquero a una profundidad de unas ocho brazas.

Los marineros pudieron ponerse el chaleco salvavidas antes del hundimiento de la embarcación, incluido Manuel Carou, casado y con tres hijos de corta edad, quien sin embargo falleció. Marineros de Porto do Son descartan que el fallecimiento se produjese por ahogamiento y apuntan más bien a un fallo cardíaco derivado del susto.

El patrón del Arela, Fernando Queiruga, que acudió a auxiliar a sus compañeros tras oír la señal de socorro, no se explicaba ayer el trágico accidente. "Nosotros estábamos allí cerca faenando. La zona no es peligrosa, estaba calma de todo" explicó. "El barco iba en marcha y no debieron ver la batea, chocaron contra ella e hicieron un agujero en la proa", añadió. En Muros el sector especula con la posibilidad de que el Serviola Uno faenase de forma irregular, dado que se hallaba en la parte interior de la línea que delimitan O Rebordiño y Caveiro, a partir de la cual y en dirección al seno de la ría está prohibida la pesca incluso para los cerqueros.

Fuentes consultadas por este diario señalan que tras la colisión, el patrón dio orden de comprobar si existían daños y al confirmarse que, al menos aparentemente, no los había, puso proa rumbo a un astillero de la zona. En ese momento se produjo una vía de agua que pudo agrandarse después de que el Serviola Uno se pusiese en marcha.

Su padre, otra víctima del mar

Vecinos de Porto do Son recordaban ayer cómo el padre del fallecido murió también en accidente de pesca, al ser atrapado hace más de 20 años por la maquinilla del barco que tripulaba. El Serviola Uno entró en servicio en 1989, tiene 13 metros de eslora y está construido en madera. El pesquero, según fuentes consultadas por este diario, solo tenía enrolados oficialmente y dados de alta en la Seguridad Social a tres de sus tripulantes.