Las cofradías gallegas pasan este año por su peor momento. Los graves problemas que acarrea el sector pesquero en el presente ejercicio -especialmente el mal funcionamiento de las bateas depuradoras de marisco y la falta de subvenciones de la Xunta- hacen que los pósitos de la comunidad tengan dificultades para seguir adelante y recurran a la reducción de personal y sueldos. "Si la cosas siguen por esta línea, pronto llegará el cierre de algunas cofradías", aseguran los patrones mayores y representantes del sector.

Los mariscadores de Ferrol y Barallobre alertaron ayer de que estos pósitos podrían cerrar en cinco meses ante la progresiva bajada de los ingresos que produce el marisqueo en la ría. Los patrones mayores explicaron que los beneficios se redujeron de forma paralela a la bajada de ingresos de los mariscadores, debido a los irregulares resultados de las bateas de depuración intensiva de marisco de la ría ferrolana y a los bajos precios de venta.

"Queremos que nos devuelvan el trabajo que teníamos hace cinco años, cuando la ría no estaba declarada en su mayor parte como Zona C", exigió Rubén Ferrer, patrón mayor de la cofradía de Ferrol. Y es que las bateas depuradoras puestas en marcha por la Xunta dan más problemas que alegrías a los mariscadores. "Últimamente estamos teniendo unas pérdidas de hasta 6.000 euros al mes por culpa de las bateas y esto cada vez va a peor", aseguraba ya a principios de mes a este diario el patrón ferrolano.

La Xunta está en el punto de mira de las cofradías también por la falta de subvenciones. La Consellería do Medio Rural e do Mar no abonó todavía los 1.500.000 euros procedentes de convenios de asistencia técnica y vigilancia, unos ingresos "pendientes desde el mes de mayo". "La vigilancia se lleva un tiempo sin cobrar, hay que pedir préstamos. La cosa está fatal", explica el presidente de la Federación Gallega de Cofradías, Benito González.

"Estamos todos igual. La Administración tiene que hacer efectivos pronto estos pagos o lo pasaremos muy mal", comenta Genaro Amigo, presidente de la Federación Nacional de Cofradías y de las de A Coruña. La Consellería do Mar, por su parte, alega que no les consta "ninguna queja oficial por escrito", pero que existe "un compromiso" y que el ingreso de las ayudas se está tramitando.

"Algunas cofradías tuvieron que reducir al personal de vigilancia. La Xunta tiene que hacer ya el pago de las ayudas, no se pueden demorar tanto", explica Manuel Cao, patrón mayor de la cofradía de A Coruña. "El Gobierno en vez de ayudar, cada vez asfixia más", añade. En el caso del pósito coruñés, los encargados trataron de presentar un ERE para sus plantilla, pero no pudieron hacerlo al no sumar pérdidas en los últimos tres trimestres y finalmente redujeron el sueldo "hasta un 15%" a sus cuatro trabajadores. "Algo así quisieron hacer también en Bueu, pero les pasó lo mismo. Las normas para presentar un ERE las pone la Xunta, pero al tener ingresos por los socios y no poder presentarlo, llegará el momento en que las cofradías empiecen con los despidos", añade Cao.

Todos estos problemas, sumados al descenso de las ventas, al cierre de las pesquerías y al aumento de furtivisimo, hacen que las cofradías teman su cierre "a corto plazo". Algunas de ellas tomaron medidas para seguir adelante pero las previsiones para los próximos meses son negativas. "Algunos pósitos gallegos tienen su muerte anunciada", asegura Manuel Cao.

"No hay ninguna cofradía gallega que pueda decir que sea solvente, todas lo están pasando mal. Cada vez hay menos recurso, se cierran más pesquerías y las ventas cayeron notablemente. 2012 es el peor año para el sector y posiblemente cierren pronto unas cuantas, las más críticas", vaticina Genaro Amigo.