El objetivo de Maria Damanaki era eliminar los descartes en 2015. Se trata de capturas accesorias -por no tener cuota o por su escaso valor comercial- que se deberán embarcar. Esto supone un grave problema para la flota española, que apenas tiene cuota y dado que los aparejos de pesca no permiten que este objetivo se cumpla al completo, ya que muchas pesquerías son mixtas -con más de una especie-. "Es necesario adoptar medidas para reducir y eliminar los elevados niveles actuales de capturas no deseadas y de descartes", proponía la Comisión. Pero el Informe Rodust apunta que la eliminación de los descartes "debe tomar en consideración las particularidades de las distintas pesquerías, debe realizarse de forma gradual y planificada y con un plazo suficiente".

Asimismo, el informe propone llevar el objetivo de Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) hasta 2020 como límite, no antes de 2015 como quería Damanaki. "Si la disponibilidad de datos es insuficiente, las pesquerías deben gestionarse usando parámetros sustitutivos", expone Ulrike Rodust.