El CSIC, la Universidade de Santiago y la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI) desarrollaron una nueva estrategia de conservación que prolonga la vida útil del pescado capturado en lugares lejanos, lo que permite que puedan pasar hasta dos semanas hasta que se descargan y comercializan. La investigación se centró en las especies de gallo y merluza del caladero del Gran Sol, pero el método descubierto puede ser utilizado en otras especies.

La investigación consiguió desarrollar una nueva estrategia que emplea el hielo tradicional pero, además, incorpora ácido cítrico y láctico, dos ácidos naturales conocidos por sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas y por ser de fácil disponibilidad y bajo precio. Para comprobar su validez, los científicos realizaron experimentos en laboratorio y en alta mar (caladero de Gran Sol) y constataron que al incluir los ácidos en el hielo de refrigeración se consigue un aumento en el tiempo de vida de útil de cuatro días en comparación con el hielo tradicional.