Francia, que denunció el día 11 la presencia en su país de mejillón gallego que había provocado varios casos de intoxicación alimentaria y aseguró que el molusco estaba afectado por biotoxinas marinas (marea roja), ha rectificado y argumenta ahora que el producto en cuestión estaba dañado por "organismos patógenos". El cambio de criterio se hizo efectivo a través de la red de notificaciones del sistema de alertas alimentarias de la Comisión Europea. Y esto lo cambia todo, ya que queda claro que la responsabilidad de la contaminación, que los autores de la alerta querían imputar a Galicia, se focaliza en las depuradoras francesas que sacaron al mercado el producto, o incluso en los restaurantes que lo sirvieron.

Si son microorganismos patógenos y no biotoxinas marinas, el origen de la toxicidad del mejillón ya no estaría en el control de la toxicidad en las rías gallegas. Y las depuradoras que manipularon el producto en Francia son las que deben determinar si la mercancía tiene afecciones y puede ser distribuida.

Una vez constatado el cambio de "acusación" de los franceses se abren infinidad de posibilidades e incógnitas sobre el origen de la contaminación. En cualquier caso, parece que el problema está en Francia y que no tuvo nada que ver con las biotoxinas, lo que devuelve la credibilidad al sistema de control establecido por la Xunta.

Ante la rectificación de las autoridades galas, los bateeiros empiezan a pensar que si no se hicieron eco de la noticia fue porque "quizás tenían claro desde el principio que los responsables de las gastroenteritis eran ellos". "O si de verdad creyeran que la culpa era de mejillón gallego contaminado y el problema estaba en nuestras rías nos hubieran machacado a diario", sentencian.

Es por ello que el sector, cansado de "tanta persecución", pregunta hasta cuándo va a sostener Francia "una gran mentira" y exige al país vecino que asuma su responsabilidad y levante la alerta sanitaria que decretó hace una semana.

Mientras, el órgano consultivo del sector bateeiro, la Comisión do Mexillón, se reunió de urgencia ayer. En el encuentro quedó claro que las responsabilidades hay que buscarlas en los comercializadores y depuradores franceses, no en los controles que se realizan en Galicia.