"¿Qué hacemos con los barcos y sus tripulantes?". Esta es la pregunta que la flota cefalopodera gallega -una veintena de barcos- reitera al Gobierno y a Bruselas y que sigue "sin respuesta" después de nueve meses amarrada al quedar excluida del acuerdo de la UE con Mauritania y carecer de caladeros alternativos. Ante esta incertidumbre y angustia frente el "negro futuro" que vislumbran, los afectados -marineros y armadores- intensifican su presión ante los representantes políticos para que impulsen iniciativas que permitan desbloquear la situación actual.

La comisión de la flota -integrada por representantes de tripulantes y empresarios- se reunió ayer con los portavoces de Pesca de los grupos políticos del Parlamento de Galicia -PP, PSOE, BNG y AGE- para urgirles iniciativas que permitan desbloquear la situación, así como presiones ante sus eurodiputados afines para que, en caso de producirse una votación en el Parlamento Europeo sobre la ratificación del acuerdo voten en contra.

El encuentro de ayer se producía solo 24 horas después de que el Consejo de Ministros de Pesca de la UE se reuniera en Luxemburgo y, a petición del Gobierno español, abordara la situación de este acuerdo y las posibilidades de mejorarlo. La conclusión fue la constatación de algunos avances para las flotas de pelágicos y marisqueros y una poco clara perspectiva para los cefalopoderos, que habrían de esperar a una posible campaña experimental para contrastar la situación del pulpo en el caladero.

"Lo que está claro es que la flota está amarrada y que va a seguir amarrada en los próximos meses. Las ayudas se acaban el 31 de julio y el horizonte no puede ser más negativo porque no hay alternativas para esta flota porque para las que podrían serlo, como Senegal, Guinea Bissau y Marruecos, tampoco hay acuerdos", señaló Francisco Freire, presidente de la de la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef), que también quiso dejar claro que, mientras la flota padece esta situación Mauritania sigue cobrando "por no pescar".

Sobre el compromiso de una campaña experimental para valorar la situación del pulpo y ver si existe excedente que pueda aprovechar la flota gallega, Freire indicó que eso lleva "su tiempo" y que los cefalopoderos gallegos ya hicieron en tres años un "importantísimo trabajo científico" y cuando se firmó el acuerdo ya se conocían los datos. "No hicieron ni caso. Le podrán dar vueltas y más vueltas pero ésa es la realidad. El mejor informe científico ya está hecho", señaló.

El responsable de CIG-Mar, Xabier Aboi, recordó por su parte que el tiempo se acaba y a la flota "no hay donde mandarla" mientras sigue el "engaño perpetuo" del Gobierno sobre las ayudas y los informes científicos. Aboi exigió al Ejecutivo que negocie directamente con Mauritania. "Nos consta que está esperando a que alguien del Gobierno español vaya a hablar con ellos", señaló.

Aboi también criticó a la Xunta. "Hasta para reunirse con el sector espera a lo que le mande y diga Madrid; es vergonzoso", resaltó el sindicalista. "Estos barcos podrían estar facturando 300 millones y llevan un año sin facturar nada e incluso pagando. Los tripulantes llevan un año sin trabajar, con unas pérdidas económicas brutales, igual que las empresas", añadió el responsable de CIG-Mar.

La Secretaría General de Pesca ha citado para hoy a representantes sindicales a una reunión en Madrid para abordar esta situación.