El "calvario" de Alberto Suárez, capitán del Eros -pesquero retenido en Liberia desde febrero del pasado año- , ha llegado a su fin. El también armador del buque, de bandera portuguesa, regresó a Galicia este pasado fin de semana y se reencontró con su familia en Ribeira, después de que las autoridades liberianas firmasen el acuerdo para su liberación. Previamente le habían acusado de practicar pesca ilegal en aguas africanas y le impusieron una multa de 90.000 euros.

Suárez explicó que el incidente comenzó cuando una patrullera interceptó el buque y le comunicó que tenía el permiso de pesca caducado. Entonces fue acompañado a puerto y el caso se llevó a los juzgados, lo que alargó el proceso y provocó que las autoridades liberianas reclamasen una multa elevada por pesca ilegal. El armador explicó que renovó su licencia en una de las agencias de Liberia y que tenía permiso para faenar hasta febrero de 2012.