De las más de 200 empresas españolas del sector pesquero que hasta el pasado día 26 de abril estaban autorizadas para exportar su producción a la Unión Aduanera (UA) -Rusia, Bielorrusia y Kazajstán- menos de diez mantienen su autorización. Se trata de ocho compañías, según una lista publicada por las propias autoridades rusas y coincidente con otra del Ministerio de Agricultura, en la que figuran ocho firmas, de las que siete son gallegas. En los últimos días y ante la próxima cita que tienen las autoridades españolas con las rusas para abordar esta situación, se han acelerado los controles oficiales -técnicos autonómicos- a esta reducida lista de empresas de forma que se pueda acreditar el cumplimiento de los requisitos exigidos por la UA para mantenerles su licencia exportadora. Mientras, las decenas de plantas y barcos que han visto "provisionalmente" cancelado su permiso serán evaluadas en una fase posterior, aunque se estima que inmediata, según el sector.

Los controles oficiales realizados son mayoritariamente documentales, sobre instalaciones y proceso de producción, para supervisar el cumplimiento de los protocolos de control ajustados a las normas de la UA -tanto los establecidos por las empresas como el oficial-, así como incluso la relación de sus proveedores. Según fuentes del sector, detrás de esta primera evaluación de las empresas autorizadas a exportar vendrá posiblemente la que puedan realizar las autoridades rusas a través de su propio personal. Y, en fases posteriores, aún deberá realizarse el control a las empresas que desean recuperar o conseguir su permiso de exportación.

Una de las cuestiones más llamativas de los controles en marcha es que para lograr una valoración favorable se demandan datos de análisis realizados tanto este año como los anteriores en lo que se refiere a contaminantes, residuos o valores microbiológicos. Las empresas que no acrediten una realización regular de análisis de los parámetros exigidos se verán abocadas a un informe desfavorable. Esta circunstancia lleva a pensar que las normas que exigen las autoridades rusas, tal como sostienen fuentes del sector, "no han variado en lo sustancial".

Desde la Consellería do Mar, su secretario xeral, Juan Maneiro, también reconoce a este diario que los requisitos que ahora se exigen "son los mismos que había" aunque alguno se haya "modificado o afianzado", "Las autoridades rusas lo que hicieron unilateralmente fue cerrar (la exportación), pedir que se revisara el proceso y hacer más estricto el sistema de control", señala. "Una de las obligaciones de las empresas es hacer una auditoría de los dos últimos años para ver el grado de cumplimiento, verificado por las autoridades, y a medida que se vaya demostrando que las empresas y barcos cumplen las normas irán autorizando a exportar", añade.