Tras varios meses de espera, la Xunta publicó ayer las ayudas al desguace a las que podrán optar este año los buques de altura gallegos. El presupuesto inicial que destina la Consellería do Mar a esta partida, publicado en el Diario Oficial de Galicia (DOG), es de 9,5 millones de euros, una cuantía similar a la del año pasado (9,9 millones tras realizar una ampliación de la partida inicial de algo más de siete). Podrán optar a las subvenciones los barcos censados en la comunidad que superen los diez años de edad y algunos armadores ya llevan tiempo pensando en apuntarse. Es el caso de la flota coruñesa de Gran Sol, que con la "mala situación" por la que está pasando opta por paralizar su actividad, aunque asegura que cuenta con "muy pocas posibilidades", dado que uno de los criterios que priman para acceder a los subsidios es la antigüedad de los buque -solo la mitad de la flota coruñesa del caladero comunitario supera los diez años-. Otros puntos que recoge la orden excluyen a esta flota, como las restricciones impuestas por la no renovación de un acuerdo de pesca entre la UE y un país tercero.

Este último es el caso de los cefalopoderos gallegos que fueron expulsados de Mauritania el pasado verano, que parten con una "ventaja" de 26 puntos para optar a las ayudas. "Suponemos que muchos de ellos pedirán las ayudas", afirma el presidente de la asociación coruñesa de armadores Arpesco, Jesús Etchevers. Estos buques, además, tienen "bastantes" años de antigüedad, lo que les da más opciones a recibir los subsidios.

Y es que la orden que publica la Consellería recoge que los buques que tengan entre 20 y 30 años recibirán un punto por cada año por encima de los 20. Además, los que superen las tres décadas de antigüedad sumarán otros 0,25 puntos por año. Esta metodología es el principal impedimento para que la flota coruñesa de Gran Sol pueda recibir los subsidios. "Solo tenemos seis barcos y la mitad no llegan a los diez años, por lo que estos ya quedan fuera", explica Etchevers.

El resto superan "por poco" la década debido a la "modernización" de la flota. "La flota optó por modernizarse pensando que las cosas iban a ir bien y ahora vemos que fue una mala decisión. Todo fue una trampa", afirma el presidente de Arpesco, que prevé "muchas peticiones" para optar a las ayudas.

Los armadores tienen de plazo un mes para solicitar los subsidios a contar desde hoy. Quedan excluidos los buques de bajura, para los que la Xunta suele publicar una orden de ayudas específica.