Siguiendo la tradición de los grandes acuerdos comunitarios en materia pesquera, el definitivo para reformar la nueva Política Pesquera Común (PPC) se logró a altas horas de la madrugada de ayer en Bruselas para satisfacción de sus protagonistas -Comisión Europea, Parlamento Europeo y presidencia irlandesa de turno de la UE-. El nuevo modelo supondrá un cambio "radical", al tiempo que "viable y realista", según la valoración ofrecida ayer por el ministro irlandés de Pesca, Simon Coveney, que actuó como coordinador de las negociaciones. Uno de los elementos clave es poner fin a los descartes, aunque finalmente se permitirá un margen mínimo que se reducirá de manera progresiva del 7 al 5% en cuatro años, hasta 2019. Estas excepciones, sin embargo, se aplicarán en casos probados de daño económico o social a la comunidad y requerirá "el permiso de la Comisión", que deberá solicitar el Estado interesado.

El acuerdo recoge también una cierta flexibilidad en el logro del objetivo del Rendimiento Máximo Sostenible (RMS). El objetivo se establece para 2015 para pelágicos y "cuando sea posible" y en 2020, en todos los casos. Además, la representante del Europarlamento en las negociaciones, la socialista alemana, Ulrike Rodust, admitió que han "cedido" aunque se atiende su petición de que los niveles de biomasa de los stocks sean tenidos en cuenta junto al factor de la mortalidad a la hora de calcular el RMS. Además, se ha pedido que en el reparto de posibilidades de pesca entre los Estados atiendan a la flota artesanal. A cambio, los eurodiputados consiguen concesiones para reforzar la transparencia y las medidas de control para garantizar que la flota europea cumple todos los compromisos, también en aguas de terceros países.

La comisaria Damanaki defendió el acuerdo como un "paso histórico" porque modifica drásticamente la forma de pescar de los europeos y ofrece una política "abierta y flexible" para el futuro. "Toca ahora ponerla en práctica", indicó. "Debemos redoblar esfuerzos y ayudar al sector a ajustarse a los cambios. Espero que tengamos un presupuesto a la altura", espetó. Coveney, por su parte, dijo que la reforma es "un nuevo modelo para los próximos diez años, que es radical y aplicable". "Los ecologistas pueden estar felices", señaló.

La Consellería do Mar celebró también el acuerdo, al considerar que recoge los "principales aspectos" demandados por Galicia. Respecto a su compromiso de denunciar ante la justicia el mantenimiento del principio de estabilidad relativa por el que se reparten las cuotas, que no se modifica, la Consellería señaló que hay que esperar para evaluar la influencia del acuerdo. Por su parte, el eurodiputado socialista Antolín Sánchez Presedo, indicó que la reforma "mejora sensiblemente" el marco actual y plantea una actividad basada en la sostenibilidad".

La patronal pesquera Cepesca señaló, por su parte, que en la negociación se perdió "una oportunidad de oro" para introducir cambios "serios y necesarios". La organización reitera que la política de descartes producirá "sacrificios adicionales e innecesarios a la flota" española, sin tener en cuenta la composición real de las capturas.