La costera de la anchoa en el Cantábrico está llegando a su fin. Si bien la fecha para el remate de la campaña está fijada para el próximo día 30, muchos de los buques gallegos que se incorporaron a principios de mayo se encuentran ya de vuelta en Galicia o preparan su retorno para sumarse a la costera del bonito o comenzar con la pesca de sardina, dada la proximidad de San Juan. Según el balance de los pescadores gallegos, la campaña de este año ha sido "bastante buena", especialmente en las últimas semanas, cuando el tiempo mejoró y fue "más fácil" capturar la especie, que se comercializó a "entre dos y tres euros" por kilo en las lonjas del Cantábrico. A pesar de la "mejoría" respecto al año pasado, la flota asegura que no conseguirá agotar la cuota con la que cuenta para este año.

"Algunos buques ya volvieron para Galicia y el resto lo harán este fin de semana o a comienzos de la próxima", comenta el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Portosín, Eduardo Carreño, que ayer se encontraba rumbo a la comunidad gallega para poner fin a la costera de la anchoa y comenzar la pesca de la sardina. En total son 64 los cerqueros de la comunidad que cuentan con autorización para capturar la especie en el caladero, pero a día de hoy quedan poco más de la mitad en el golfo de Vizcaya. "Debe de haber algo más de treinta", asegura Carreño.

Según su balance, hubo "buenas capturas" de anchoa este año, aunque el recurso se hizo esperar. Y es que aunque la campaña empezó a principios de marzo, los cerqueros gallegos no se incorporaron hasta mayo, a la espera de que el recurso llegase a la costa. "Aún así tuvimos que ir muy lejos para conseguir buenas capturas", explica el patrón mayor de Portosín, que asegura que el sector coincide al opinar que esta costera fue "mejor que la anterior".

El kilo de anchoa se vendió estos últimos días a entre los dos y los tres euros, cuando hace un mes casi no superaba el euro. "La verdad es que esta semana conseguimos una anchoa grande, de buena calidad, y por eso se mantuvieron los precios", explica Carreño, que asegura que la flota gallega consiguió llenar los cupos (fijados entre 8.000 y 10.000 kilos) "casi todos los días".

A pesar de la "mejora" de la campaña, los pescadores creen que no conseguirán alcanzar la cuota disponible para este año, establecida en 18.630 toneladas, un 30% menos que la costera anterior. "La semana pasada alcanzamos la mitad de la cuota, por lo que es casi imposible poder pescar todo de lo que disponemos en el poco tiempo que queda", explica el patrón mayor.

La flota gallega no participará en la recta final de la campaña, por lo que las posibilidades de alcanzar el tope son "mínimas". "Nosotros nos vamos porque algunos tienen que empezar ya la costera del bonito y otros vamos a la sardina, que San Juan está a la vuelta de la esquina", sentencia Carreño.