El efecto de la crisis se dejó notar el pasado año en el comercio pesquero exterior español. Y es que la importaciones de productos procedentes de la pesca y la acuicultura cayeron más de un 15% en 2012 en comparación con el ejercicio anterior, si bien fueron las compras por parte de España a los países de la UE las que sufrieron el mayor desplome, de más del 20%. Las exportaciones, por su parte, también registraron datos negativos, al descender un 13%. El balance entre compras y ventas de los productos del mar dejó un saldo comercial negativo en España, que superó los 1.770 millones de euros, según los datos recogidos en el último informe Estadísticas Pesqueras de abril de 2013, recientemente publicado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

España importó 375.040 toneladas de productos pesqueros procedentes de los estados de la UE el pasado año, cuando en 2011 esa cifra rozaba las 479.000 toneladas. Las compras a estos países cayeron en todos los productos del mar, pero especialmente en el caso de los peces vivos, al descender más de un 40%, tras pasar de las 6.227 toneladas registradas en 2011 a las 3.695 del ejercicio pasado. También sufrieron significantes descensos las importaciones de preparados y conservas (-27%), moluscos (-20%) e incluso las harinas de pescado (-31%).

La compra de productos pesqueros a la UE supuso a las empresas españolas un gasto de casi 1.248 millones de euros en 2012, un 21% menos que un año antes, cuando la cantidad ascendía a 1.580 millones.

Las importaciones procedentes de terceros países, por su parte, también sufrieron un descenso, pero menor. España importó en este caso algo más de un millón de toneladas en 2012, frente a los casi 1.151 millones del ejercicio anterior, lo que supone una caída de casi el 13%. Y, a diferencia de lo que ocurrió con la UE, hubo algunos productos que se salvaron del desplome y registraron datos positivos en el comercio exterior. Es el caso de los peces vivos, de los que España incrementó su compra a terceros países en más de un 30% (hasta las 778 toneladas) y de las harinas de pescado, cuyas importaciones subieron algo más de un 7%, con casi 41.000 toneladas registradas el pasado año.

Las empresas españolas invirtieron, en total, 3.268 millones de euros en la compra de productos del mar a terceros, frente a los 3.681 de 2011, lo que supone un descenso del 11%. Con todo, la balanza general -la suma de la UE y terceros países- de las importaciones pesqueras españolas registró el pasado ejercicio un gasto de 4.516 millones de euros, un 14% menos que un año antes.

Y las exportaciones de productos del mar también sufrieron un recorte el año pasado. España comercializó 920.560 toneladas en el exterior, cuando en 2011 las exportaciones superaban el millón de toneladas, lo que conlleva un descenso de casi el 13%. En este caso, el desplome fue mayor en las ventas a terceros países (-14,1%) que a las registradas dentro del territorio de la UE (-11,7%). Y, de nuevo, todos los productos registraron caídas en las ventas realizadas por las empresas españolas, excepto las aceites y grasas de pescado, así como las harinas.

Con todo, las empresas españolas ingresaron 2.741 millones de euros con sus exportaciones, un 8% menos que un año antes, cuando la facturación ascendía a más de 2.976 millones. La diferencia entre el valor ingresado por la venta al exterior y lo gastado en la compra de productos del mar dejó en 2012 un saldo negativo en la balanza comercial pesquera española de 1.755 millones de euros, frente a los 2.285 del ejercicio anterior.