Las negociaciones para lograr un acuerdo comercial entre la UE y el gigante atunero mundial, Tailandia, protagonizaron ayer la Conferencia Mundial del Atún en Vigo, a donde se desplazó Chanintr Chalisarapong, el presidente de la nueva patronal asiática -Thai Tuna Industry Association- y vicepresidente de una de las principales compañías atuneras del país, Sea Value. Su intervención se centró en rebatir las principales quejas del sector atunero comunitario, como su intento de acceder de forma masiva al mercado europeo por la vía de las ventajas arancelarias y exoneración de reglas de origen que esperan lograr en el acuerdo comercial.

Chalisarapong aseguró que su país no es un "acaparador" ni se propone "distorsionar el mercado del atún" sino lograr mantener y ampliar su cuota de mercado. Además afirmó que no pide "cantidades ilimitadas" para la exportación de conservas al mercado comunitario. "Nuestra estrategia no es centrarnos en un solo mercado sino tener acuerdos comerciales con la mayor parte de los países del mundo y ya los tenemos con casi 300; el mercado comunitario solo representa el 10% de nuestras exportaciones", precisó.

Sin desvelar en público sus demandas de cara al acuerdo, sí valoró como "demasiado alto" el arancel del 24% que ahora deben afrontar las exportaciones tailandesas de conservas de atún para entrar en el mercado comunitario. "Los que sabemos de atún estamos aquí, no dejemos que sean los gobiernos los que decidan solitos, ofrezcamos soluciones nosotros", aseguró, para evitar ser moneda de cambio en unas negociaciones en las que la UE "va a sacar ventajas para deslocalizar fabricación de automóviles o de otros sectores; algo tiene que ofrecer". Así, abogó por un acuerdo "justo y razonable".

La patronal conservera española, sin embargo, defiende mantener el actual arancel del 24%.

Una de las sorpresas de la sesión de ayer fue la presentación pública de Tailandia como damnificado por el acuerdo de la UE con Papúa Nueva Guinea, por lo que pidió a la industria comunitaria que presione a la CE para hacerle frente. "Con arancel cero no podremos expandirnos y otros vendrán y nos vencerán, como China, Filipinas o Papúa. Si no hacemos algo, no sobreviviremos", indicó el directivo atunero tailandés, que también resaltó los esfuerzos y el "trabajo duro en el último año" de su país por cumplir las normativas internacionales sobre derechos humanos, laborales o higiénico-sanitarios.

"No hay niños trabajando en la industria conservera de mi país", dijo el empresario asiático, que emplazó a visitar las plantas tailandesas para comprobarlo.

Chalisarapong señaló también que el modelo de la industria atunera de su país es el de los colegas comunitarios, "dar valor al atún".

Precisamente, la industria conservera tailandesa tiene sus ojos puestos en el mercado comunitario, liderado por compañías gallegas. Al margen de las expectativas de acceso en mejores condiciones que ha abierto al gigante asiático el acuerdo comercial que negocia con la UE, algunas compañías tailandesas ya han realizado intentos de acercarse al atractivo mercado europeo con la adquisición de algunas firmas españolas y gallegas.

El secretario general de la patronal conservera española Anfaco-Cecopesca, Juan Manuel Vieites, reconoció ayer que tales ofertas tienen ya un cierto recorrido en el tiempo. "Lo intentan desde hace algunos años e incluso la última oferta se produjo en los últimos meses", indicó, sin desvelar las empresas que recibieron la oferta, aunque sí precisó que "en todos los casos las ofertas fueron rechazadas". Entre las empresas que interesan están las de mayor tamaño y con presencia, mercados y producción en el exterior.