La presencia de furtivos en las rías gallegas es cada vez mayor con la llegada de las fechas navideñas, en las que los productos del mar tienden a ver aumentados sus precios. Pero la violencia por parte de los furtivos va en aumento. El último episodio se registró el pasado viernes, cuando cinco pescadores ilegales se enfrentaron a dos vigilantes de la cofradía de A Pobra, que aseguran haber sido víctimas de una encerrona.

Los vigilantes aseguran que los furtivos que se encontraban en la playa eran conscientes de su presencia y de que estaban siendo vigilados. Al acercarse al lugar, los vigilantes se percataron de que los mariscadores ilegales no reaccionaban y, en vez de echar a correr, plantaron cara a los guardas, que fueron acorralados.

Los furtivos agredieron a uno de los vigilantes, que sufrió un corte en el ojo y varios golpes en la cara. Las víctimas avisaron del suceso a la Guardia Civil, que está investigando la agresión.