Los informes científicos que elabora el Consejo Internacional para la Exploración del Mar -ICES, por sus siglas en inglés- son la base para el reparto de cuotas que decide en diciembre de cada año la Unión Europea. A partir de los datos que recopilan los científicos, la Comisión Europea hace sus propias recomendaciones y, finalmente, los Estados Miembros deciden el reparto. Y los últimos datos elaborados por el organismo sobre el estado del Atlántico Noroeste avalan al sector, ya que destacan que la explotación pesquera se ha reducido "significativamente" en la última década. ¿Y qué significa esto? Que el estado de las especies que captura la flota española -y gallega- se está recuperando y, eso abre la puerta al aumento de cuotas, como quedó patente en el último Consejo de Ministros de Pesca de la UE, en el que se decidió incrementar la mayoría de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) de interés para España y Galicia.

"La reducción de la explotación es el primer paso para la recuperación de las poblaciones de peces y el logro de un estado saludable de los ecosistemas", explica el jefe de Servicios de Asesoría del ICES, Poul Degnbol, en una nota difundida por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) -que forma parte del organismo-. Aún así, los expertos aclaran que las mejoras no han sido idénticas en todas las especies y regiones, dado que sigue habiendo stocks con poblaciones bajas (como el bacalao que se captura en aguas de Irlanda o en las Islas Feroe), mientras que otras -como la bacaladilla-, siguen aumentando su biomasa.

En este caso, por ejemplo, la influencia de los informes del ICES se nota en el reparto de cuotas. Las posibilidades de pesca de bacaladilla asignadas a España se redujeron a la mínima expresión entre 2009 y 2011 para después registrar importantes repuntes de cara a 2012 y a este ejercicio. Pero la mejora del recurso se hace notar todavía más. Los ministros de Pesca de la UE decidieron para el próximo ejercicio elevar -en base a los datos científicos- un 42% (hasta las 20.405 toneladas) la cuota de la especie en aguas del norte y hasta un 114% en el caso del sur (19.500).

También el aumento de la cuota de merluza en aguas de Gran Sol, de casi un 50% para 2014, se debe a los informes del ICES, que vienen a corroborar la afirmación de los gransoleros gallegos de que hay "más merluza que nunca". Después de varios años sin apenas sufrir variaciones de cuota, los pesqueros españoles verán aumentado el TAC. El ICES también aconsejó a Bruselas aumentar la cuota de rape un 20% en el próximo ejercicio en el caladero del norte y un 6% en el caso de las aguas ibéricas. Y el objetivo, de nuevo, se cumplió gracias a los Veintiocho, si bien la CE pedía mantener las cuotas.

Y ahí es donde, en ocasiones, está el problema. El sector exige a Bruselas que atienda a los informes científicos de cara a su propuesta de cuotas, si bien el Ejecutivo comunitario a veces se desmarca de lo que dicen los expertos. "La propuesta de Bruselas de recortar la cuota de jurel un 40% en el Cantábrico no responde a lo que dice el ICES", se quejaban recientemente los armadores gallegos.

Y los científicos del organismo explican cuáles son los factores que influyen en la reducción de la capacidad pesquera de la flota en aguas del Atlántico Noroeste. Por un lado está el recorte de cuotas que año tras años sufrieron los pesqueros, que inevitablemente tuvieron que reducir su actividad para no sobrepasar los topes fijados por la UE. Pero según los expertos la mejora de los caladeros se debe también a la situación "cambiante" del mercado y a los "aumentos" en los precios del combustible, que dificultan la tarea de la flota, que en ocasiones no ve rentable su actividad.

Estas conclusiones son el resultado de la reunión anual del Comité Asesor del ICES, celebrada este mes en Copenhague, donde los científicos -con presencia de expertos españoles- examinaron tendencias históricas de la explotación de las 85 principales poblaciones de peces en el Atlántico Noroeste.