Los marineros de la flota gallega de cerco volvieron ayer a subirse a los barcos en todos los puertos de la comunidad. Pero no lo hicieron para retomar su actividad, sino para dar un paso más en sus protestas contra la propuesta de reparto de los cupos de xarda y jurel lanzada por la Secretaría General de Pesca y que defiende la Consellería do Mar. Los armadores de los más de 150 buques paralizados desde hace ya casi dos semanas protagonizaron ayer una pitada de una hora para transmitir su "indignación" ante el "inmovilismo" de la Xunta, a la vez que exigen una reunión urgente con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y el presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo. Y mientras no lo consigan -advierten- las movilizaciones no van a parar. De hecho, la flota no descartaba ayer volver a repetir hoy la pitada en los muelles.

Al amarre y la protesta celebrada el pasado viernes en San Caetano se suma una nueva forma de reivindicación. Los armadores de la flota cerquera encendieron ayer las luces de sus embarcaciones y dejaron sonar las sirenas durante una hora en todos los puertos afectados por el reparto de los cupos de jurel y xarda, principalmente en las dársenas de A Coruña y Vigo. En el muelle de Oza, los marineros de los cuarenta buques paralizados colgaron carteles reivindicativos en los que se podían leer mensajes como Sin xarda, sin chicharro,¿Quén aguanta do cotarro? o Desexamos traballar, non emigrar.

Los marineros denunciaron así una vez más la situación en la que les deja un reparto de cuotas que consideran "injusto" y que "se negoció mal" y "sin tener en cuenta al sector". Los afectados insisten en que las flotas de cerco de Cantabria, Asturias y "sobre todo Galicia" quedan, tras el reparto, "completamente desamparadas". Por ello, advierten, el sector mantendrá el "pulso" contra la Administración "hasta que haga falta".

Y es que los armadores siguen a la espera de que Quintana responda a sus exigencias y les reciba para buscar una solución al conflicto, si bien creen que la conselleira no tiene intención de hacerlo. "Creemos que no lo va a hacer porque ya tuvo tiempo para atendernos, pero no quiso", lamenta el sector, que critica la actitud de la titular de Mar. "En vez de arreglar la situación está echando más leña al fuego", reprocha la flota, después de que Quintana pusiese en duda los motivos del amarre -aseguró que se debía al mal tiempo y no al reparto de cuotas- y sentenciase el pasado viernes que en la protesta de San Caetano había "muchos" manifestantes que "no sabían ni por qué estaban allí".

Y por si la conselleira duda de que el sector "va en serio", los marineros del cerco tienen previsto volver a manifestarse mañana en Santiago, en una marcha que empezará en la Praza do Obradoiro y concluirá frente a las dependencias de la Xunta. "No vamos a parar hasta que se modifique el reparto", sentencia el sector, que alerta de que -si se cumple la propuesta de reparto- algunos armadores solo podrán faenar dos semanas en los más de 10 meses que restan de año. "Así no podremos sobrevivir. Habrá que vender los barcos y las empresas pararán su actividad", lamenta el cerco gallego.

Y mientras la flota realizaba la pitada en los puertos afectados, portavoces del cerco mantuvieron una reunión con el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence. El líder nacionalista requirió tanto a Quintana como a Feijóo que defiendan "con uñas y dientes" un cambio en el reparto de la cuota de xarda y xurel. Vence consideró "increíble e injustificado" que la Xunta haya aceptado este preacuerdo, que supone una "amenaza de muerte" para el sector gallego y hace peligrar 1.200 empleos directos y 5.000 indirectos en la comunidad.