Después de meses de planteamientos, debates y algunas que otras acusaciones entre las distintas instituciones europeas, el nuevo Fondo Europeo Marítimo Pesquero (FEMP) está ya casi cerrado. La Comisión de Pesca del Parlamento Europeo dio ayer el visto bueno -con 16 votos a favor, dos en contra y ninguna abstención- al reparto de los casi 6.400 millones de euros que regirán la actividad pesquera en la UE hasta 2020. Ahora, solo falta la aprobación del pleno de la Eurocámara, que se pronunciará al respecto el próximo día 16. Entre las medidas que subvencionará el nuevo fondo pesquero destaca el aumento de la partida destinada al las medidas de control y vigilancia, así como las condiciones estrictas para la renovación de los motores de los buques. Por otro lado, y a pesar de la negativa de la comisaria de Pesca Maria Damanaki, la UE mantendrá las ayudas al desguace hasta 2017, según recoge el texto del nuevo FEMP.

La entrada en vigor de la nueva Política Pesquera Común (PPC), el pasado 1 de enero, apremiaba a las autoridades europeas a cerrar cuanto antes un acuerdo para el reparto de los fondos cuanto antes para poder financiar las nuevas medidas que rigen la actividad pesquera europea. Finalmente, a finales del pasado mes de enero las partes implicadas en la negociación decidieron que finalmente serán 6.396 los millones destinados a subvencionar la actividad pesquera en los próximos seis años, de los cuales 4.340,8 servirán para financiar las políticas de gestión compartida, 71,1 millones para la política marítima integrada y los 647 restantes para la gestión directa.

Según el texto del FEMP, que defendió ayer en Bruselas el vicepresidente de la Comisión de Pesca de la Eurocámara, el francés Alain Cadec, habrá ayudas para la renovación de motores para los buques de menos de 12 metros de eslora si la potencia del motor es igual o inferior al anterior. También podrán acceder a esta partida las embarcaciones de entre 12 y 18 metros siempre que el nuevo motor tenga una potencia al menos un 20% menos que el anterior y los barcos de entre 18 y 24 metros para reemplazar sus motores por otros al menos un 30% menos potentes.

El nuevo FEMP ayudará también a los Estados con un porcentaje de flota artesanal "significante". y dará indemnizaciones en caso de daños y perjuicios debido a los depredadores. También habrá una partida para las compensaciones destinadas a los marineros que sufran la expulsión de un caladero tras la no renovación del un acuerdo entre la UE y un tercer país, así como para los que sufran un recorte "sustancial" de sus posibilidades de pesca en aguas internacionales.

Por otro lado, uno de los pronósticos de la flota no se ha cumplido. La UE mantendrá las ayudas al desguace hasta el 31 de diciembre de 2017, a pesar del intento de Damanaki de poner fin a estos subsidios este mismo año. Según recoge el texto del nuevo FEMP, las ayudas serán gestionadas por cada estado miembro, y podrán optar a ellas los buques de un segmento de flota que no estén equilibrados "de manera efectiva" con las posibilidades de pesca de que disponen. "El beneficiario de dicha ayuda no podrá registrar un nuevo pesquero en los cinco años siguientes a la recepción de la ayuda", recoge la normativa.

El nuevo FEMP está a punto de cerrarse. Solo falta la decisión final del pleno de la Eurocámara, que se pronunciará el próximo día 16.