La flota española podrá participar este año con un máximo de 730 embarcaciones en la campaña del bonito, según la información difundida por los armadores gallegos. La costera arranca al final de la primavera y sus cinco meses de duración dan oxígeno a la flota del Cantábrico. Según el sector consultado por este diario, se espera que la flota gallega participe este año en la captura del preciado túnido en una proporción similar a la de años anteriores, con alrededor de un centenar de embarcaciones entre palangreros de superficie, algunos cerqueros y flota de artes menores de puertos que van desde A Guarda a Burela, auténtica capital cantábrica y española de la especie.

Los barcos interesados en acudir a la costera han tenido que enviar ya sus solicitudes a la Administración pesquera española, a fin de que elabore una lista de aspirantes y la remita, una vez cerrada, a la Unión Europea y al Iccat, el organismo internacional que gestiona y controla las pesquerías de túnidos del Atlántico, que fija las posibilidades de pesca.

Precisamente, lo que cambiará este año, por decisión del propio Iccat, es la cuota disponible, que se reduce en casi un 20% respecto a la del año anterior. Así, según los datos aportados por representantes de la flota gallega, el cupo español para esta costera del bonito es de 13.756 toneladas, frente a las 17.096 asignadas en la campaña anterior, un 19,54% menos.

La reducción de las posibilidades de pesca, sin embargo, no preocupa en exceso a la flota afectada, al menos por las impresiones recogidas por este diario, ya que, recuerdan, el pasado año no registró ningún problema por escasez de cupo.

Según los datos recogidos por el propio Gobierno español, el pasado año las 440 embarcaciones que finalmente participaron en la costera del bonito en todos los puertos del Cantábrico Noroeste realizaron una "buena campaña", que consiguió "salvar" los resultados de la flota.

En concreto, las 104 embarcaciones gallegas que acudieron el pasado año a la costera ofrecieron buenos resultados a las lonjas donde subastaron sus capturas, con el puerto de Burela consolidado como capital española de este recurso estacional y responsable de la comercialización de cerca del 70% del bonito que se subasta en los puertos gallegos. Así Burela cerró la costera de 2013 con 1.750 toneladas de bonito comercializado, a un precio medio de cuatro euros por kilo. La traducción de estas transacciones fue un volumen de negocio de 6,8 millones, un 7% más que el año anterior, según el propio sector.

La flota participante en la pesca del bonito trasladó el pasado año a la Secretaría General de Pesca su malestar con la que consideran "benevolencia" o tibieza de la UE con los grandes arrastreros pelágicos de puertos comunitarios no españoles que "están esquilmando" el recurso y "forzando los precios a la baja", ya que en una sola marea son capaces de capturar hasta 100 toneladas de una especie que la flota cantábrica pesca en su mayoría de forma artesanal.