Las exportaciones pesqueras españolas a la Unión Aduanera Rusa -Rusia, Bielorrusia y Kazajstán- seguirán suspendidas por el momento. Y es que después de que a finales de marzo varios inspectores sanitarios rusos visitaran y analizaran exhaustivamente durante varios días barcos pesqueros, plantas de procesado, laboratorios y frigoríficos en Galicia, Madrid o Andalucía, el informe elaborado tras esas inspecciones detectó incidencias o incumplimientos de la normativa sanitaria rusa. Como consecuencia, cada una de las empresas inspeccionadas -todas ellas- recibirá de forma individual el informe de la inspección para que puedan abordar el proceso de corrección necesario si quieren volver a introducir su mercancía en territorio de la Unión Aduanera.

El Ministerio de Agricultura confirmó ayer a este diario que las autoridades de la Unión Aduanera han decidido mantener "de momento" cerradas las importaciones de productos pesqueros españoles, aunque esta decisión "no es definitiva". En concreto, fuentes del Ministerio señalaron que "se han detectado [en las inspecciones rusas] algunas deficiencias, que se tendrán que resolver", por parte de las empresas, antes de lograr que le levante el veto temporal.

Según pudo saber este diario, el sector afectado español recibió la comunicación de la nueva situación el pasado lunes. A partir de ese momento se abre un proceso de corrección individual [por empresas] de las incidencias, en la esperanza de que las autoridades rusas lo den por bueno y acepten restablecer el flujo de las exportaciones españolas.

Las autoridades rusas, para permitir el acceso de los productos pesqueros a sus mercados, exigen tener autorizados todos los establecimientos de la cadena de producción, desde el propio barco que realiza las capturas hasta las salas de transformación o frigoríficas.

Representantes del sector consultados aseguran que la decisión rusa era la esperable a la vista de que "es impensable" que en una inspección no se detecte algún problema. Para los consultados, lo importante es que se puedan corregir las incidencias y que "más pronto que tarde" se restablezca la exportación.

Las ventas de productos de la pesca española a la Unión Aduanera se cifraban anualmente en unas 15.000 toneladas, con especial importancia para especies como el marujito que en esos mercados encontraba buena salida comercial.

Las exportaciones pesqueras a Rusia quedaron temporalmente suspendidas entre el 18 de abril y el 20 de junio de 2013, lo mismo que ocurrió con empresas porcinas y lácteas. La lista de establecimientos españoles sobre los que pesa la suspensión temporal de exportaciones pesqueras supera los dos centenares, en su mayor parte gallegos.