La principal asociación coruñesa de buques de Gran Sol, Arpesco, sufrió una importante merma en el número de asociados en favor de puertos como Celeiro o Vigo pero eso no impidió que la flota de estas dársenas también perdiese peso en el caladero comunitario.

España, que cuando España entró en la UE en 1986 tenía 300 barcos en el Atlántico Noreste -la conocida como Flota de los 300- pasó a tener en 2010 solo 170 unidades. Sin embargo, en los últimos cuatro años perdió 67 embarcaciones, al quedarse en 103 en el presente ejercicio.

La asociación de armadores de Gran Sol de Vigo, Anasol, es la que cuenta con un mayor número de barcos en el caladero, con 45, pero una cifra muy inferior a la de hace cuatro años, cuando tenía 68 asociados, según las listas de buques autorizadas a faenar en el Atlántico Noreste que publica el Ministerio de Agricultura. Este descenso se produjo pese a los cinco pesqueros que la asociación arrebató a Arpesco.

La asociación de Celeiro, por su parte, perdió siete unidades en estos cuatro años. De los 37 con que contaba en 2010 pasó a tener 30 en la actualidad.

El resto de organizaciones españolas de Gran Sol también redujeron su tamaño. La mayor tras Vigo y Celeiro, la de Ondárroa, perdió 11 barcos en cuatro años: de los 34 de 2010 a los 23 de este año.