La Unión Europea y Cabo Verde retomaron "en fechas recientes los contactos para finalizar la rúbrica" de su nuevo acuerdo pesquero, que tendrá que sustituir al vigente desde el año 2011 y que caduca el próximo 31 de este mes. "Debido a la necesidad posterior de ratificación por el Consejo de la UE, parece inevitable una interrupción de la actividad pesquera a partir del 31 de agosto", respondió la Secretaría General de Pesca a este diario, ante la preocupación e incertidumbre mostrada por la flota palangrera de superficie gallega -que faena en aquellas aguas con más de una veintena de unidades y que tiene en el país insular africano una importante base de operaciones- por la demora en la renovación de un pacto que también ofrece licencias a 23 atuneros españoles, con tripulantes gallegos.

El Ministerio de Agricultura recordó que hasta ahora la UE y Cabo Verde mantuvieron tres rondas de negociación -la última, en abril-, y precisó que cuando el nuevo pacto se consideraba prácticamente cerrado "en el último momento Cabo Verde exigió un aumento en la contrapartida financiera que la UE no aceptó". El Gobierno asegura que mantuvo informado al sector de la evolución de las negociaciones.

La Administración pesquera española minimiza el impacto de esta situación sobre los espaderos pese a considerar "inevitable" el cese de la actividad pesquera en Cabo Verde el próximo 31 de agosto para toda la flota comunitaria -un total de 66 barcos-.

"Tendrá poca incidencia en la flota palangrera española en el Atlántico, que no suele comenzar su actividad en este caladero antes del mes de noviembre", asegura el Ministerio. "La mayor parte de capturas de la flota palangrera española en el Atlántico se producen en aguas internacionales, por lo que el impacto de este acuerdo, sin ser despreciable, no es tan grande sobre el total de capturas", añade.

Como alternativa a esta previsible parada de la actividad en Cabo Verde, el Ministerio asegura que existen posibilidades de pesca para palangre de superficie en otros acuerdos de la UE, en especial en el océano Índico que no fueron utilizadas en absoluto por la flota palangrera española.

"Nos mantendremos a la expectativa a ver si en dos o tres meses se renueva el acuerdo y en qué condiciones; unos barcos buscarán caladero en el Atlántico Norte y otros, si se retrasa mucho, buscarán salidas en el sur o donde puedan", aseguran fuentes del sector afectado consultadas por este diario. Para ellos la alternativa de operar en el Índico, planteada por el Ministerio, "no es adecuada" para buena parte de la flota del Atlántico, con unidades de menor tamaño del que requiere la operativa de la pesca en el Índico o el Pacífico. "Para algún barco valdrá, pero no como alternativa general", insistieron.

Recordaron, además, que la actividad en Cabo Verde es constante durante todo el año. "El mar no son matemáticas y allí hay barcos todo el año" y de hecho alguno tenía previsto marchar ahora para empezar a faenar en septiembre. El sector insiste, finalmente, en la relevancia de Cabo Verde. "No hablamos solo de capturas sino de las ventajas operativas del puerto de Mindelo, por la proximidad con las zonas pesca, los ahorros en combustible y ventajas que deben ser tenidas en cuenta, más en tiempos de crisis", declara.

Posibles problemas

Al sector se le plantean nuevas dudas e inquietudes ante el retraso del nuevo acuerdo, como la que afecta a los barcos que faenen en aguas internacionales, no con licencia de Cabo Verde, pero sí descargan o se pertrechan en el país. "En principio, no debería haber problema para que todo siga igual pero tampoco se descarta que al no haber acuerdo puedan surgir problemas en alguna descarga", señalan.