Los decomisos de productos del mar capturados ilegalmente por los furtivos en las costas gallegas se triplicaron durante el pasado ejercicio en relación con 2012. El Servizo de Gardacostas de Galicia -en colaboración con la Policía autonómica- decomisó en 2013 más de 242 toneladas de productos del mar (pescado y marisco), un 225% más que el año anterior, cuando las autoridades requisaron poco más de 74 toneladas.

La Consellería de Medio Rural e do Mar explica que este aumento en la cantidad de pescado y marisco confiscado -por ser capturado de forma ilegal- se debe al elevado número de operaciones relacionadas con la captura irregular de caballa -o xarda-. "Cuando se decomisa esta especie, suelen ser cantidades más importantes que con otros recursos, por lo que infla las cifras", aseguran fuentes del departamento que dirige Rosa Quintana, que advierten de que es necesario tener en cuenta también, al interpretar el alza de los decomisos, que hubo una mayor presión inspectora respecto a años anteriores.

La base operativa de Gardacostas que registró el mayor número de confiscaciones fue la de Muxía, con 40.275 kilos retirados a marineros o mariscadores irregulares. Este puerto es además el que registró el mayor repunte en la cantidad de marisco y pescado confiscado, con 39.398 kilos más que en 2012, cuando apenas fueron 877 kilos. La siguiente base con mayor volumen de decomisos es la de Celeiro, con 25.580 kilos, seguida de la de Ribeira (15.003). Mientras, fuera de las rías -en aguas gallegas pero en alta mar- se produjo el mayor volumen de decomisos, con más de 130 toneladas requisadas a buques que cometieron algún tipo de infracción. El aumento de las cantidades de productos del mar requisadas a furtivos fue generalizado en todas las zonas de Galicia a excepción de Pontevedra, donde el volumen de pescado y marisco decomisado por los servicios de Gardacostas y la Policía autonómica se redujo un leve 1% en relación con 2012. En total las autoridades gallegas retiraron 5.178 kilos de producto obtenido irregularmente.

En el área de A Coruña, por su parte, los decomisos aumentaron un 12,5% el año pasado, en comparación con los datos registrados en 2012. Los datos facilitados por la Xunta revelan que se confiscaron un total de 8.792 kilos de producto ilegal, frente a los 7.782 de 2012.

Por especies, las más confiscadas durante el pasado año en toda Galicia fueron las pelágicas -fundamentalmente sardina, jurel, caballa-, seguidas del pulpo, la almeja babosa y la centolla.

En lo que se refiere a las incautaciones de aparejos, coches, embarcaciones y demás utensilios utilizados por los furtivos, en 2013 cayeron un 13,62% respecto al ejercicio anterior. Los agentes retiraron un total de 20.841 instrumentos de pesca, frente a los 24.129 de 2012. De hecho, las intervenciones de artes de pesca descendieron de manera continua y gradual en los últimos tres años. Frente a los 20.841 utensilios retirados el año pasado, en 2012 fueron 24.129 y un año antes 27.274.

Alzas en la mayoría de puertos

Pese a esta buena evolución general, las incautaciones de aparejos de pesca se incrementaron en la mayoría de los puertos de la comunidad gallega en 2013. Por bases operativas, la zona de Portosín registró el mayor número de instrumentos de pesca o marisqueo retirados, con 4.746 unidades, seguida de Vilaxoán (4.720) y de Muxía (2.673). Mientras, las incautaciones en el área coruñesa se multiplicaron por nueve el año pasado. Si en 2012 el número de artes de pesca confiscadas a furtivos se situó en 261, el pasado ejercicio la cifra ascendió a 2.426. Pese a la labor de los agentes, el patrón mayor de A Coruña, Felipe Canosa, denunció ante este diario la venta de marisco ilegal en la lonja coruñesa y demandó más controles para tratar de erradicar esta práctica.

Las zonas de Celeiro, la de Vigo y las aguas de fuera de las rías, por su parte, experimentaron descensos en las confiscaciones de aparejos. La caída más acusada fue la de la zona exterior, con una bajada de casi el 100% -de 14.324 unidades a tan solo 56-. Mientras, los tipos de aparejos más requisados fueron las nasas, las artes de enmalle y los cacharros.