Desde el pasado 21 de agosto y durante tres meses no se podrá capturar pulpo en aguas mauritanas tras la prohibición decretada por el país africano, después de que sus pescadores y la sociedad de comercialización Smcp solicitaran a su Gobierno un paro comercial ante el exceso de oferta y la caída de precios. Es lo que asegura, haciéndose eco de las informaciones de medios digitales del país, la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef), que agrupa a la flota expulsada del caladero africano -24 barcos, en su mayoría gallegos- hace dos años tras el nuevo acuerdo de Mauritania con la UE, que excluía las posibilidades de pesca de cefalópodos al amparo, precisamente, de una supuesta sobreexplotación del recurso y de una falta de excedente que la flota siempre negó.

El actual paro "comercial" rearma en sus quejas a la flota cefalopodera, que asegura que ahora se confirma que no existió "razón científica ni jurídica para excluir a la flota cefalopodera" del acuerdo, por lo que reclama "la inmediata reintegración a la flota europea de las posibilidades de pesca de cefafópodos perdidas en 2012 sin lo que, en justicia no debe renovarse por la UE el acuerdo pesquero" que vence este año y que aún está en negociación.

El presidente de Anacef, Francisco Freire, señaló ayer -usando fuentes periodísticas mauritanas- que tras la salida de los barcos cefalopoderos europeos se produjo "tal exceso de capturas (de pulpo) que la oferta superó a la demanda en 6.000 toneladas e hizo caer los precios en el mercado japonés y se mantuvo el stock almacenado en Nuadibú". Freire recordó que estos datos confirman "el error" de la comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, al aceptar un acuerdo pesquero sin capturas de cefalópodos.

El presidente de Anacef aclaró en su argumentación que en mayo de 2011 "el Parlamento Europeo publicó una resolución instigada por los Verdes ALE, en la que se aseguraba que el pulpo estaba sobreexplotado en Mauritania y que la UE no podía pedir posibilidades de pesca al no existir excedente". Esta resolución, afirmó Freire, decía estar basada en informes científicos "que no respondieron a la realidad". En agosto de 2012 "la comisaria Damanaki, desoyendo a los armadores europeos, ordenó rubricar un protocolo que excluyó a la flota cefalopodera a pesar de conocer que sus capturas eran óptimas, y manteniendo la contrapartida de 70 millones de euros anuales". Las autoridades mauritanas, relató Freire, "agradablemente sorprendidas, vendieron estas posibilidades de pesca de cefalópodos a la multinacional china Poly Hondone, mientras el resto de la flota europea solo usó la mitad de las posibilidades de pesca que permitía el pacto, con un gasto para la UE de 140 millones en dos años".

Tras el paro comercial habilitado en Mauritania, las conclusiones de Anacef son claras: "Es falso que el pulpo estuviese sobreexplotado y que no existiese excedente de cefalópodos. El esfuerzo pesquero de Poly Hondone con buques chinos es superior al que realizaba la flota de la UE. Y lo hace con artes de pesca prohibidas (pesca en pareja) y en zonas de reproducción cerca de la costa", relató Freire.

Una última conclusión es que los informes científicos utilizados (para excluir a los cefalopoderos del caladero) "fueron intencionadamente malinterpretados por la Comisión Científica Conjunta del Protocolo, por motivos políticos, electorales, económicos y comerciales, a pesar de las advertencias realizadas por Anacef".

La negociación de la UE con Mauritania sobre el pacto pesquero se retoma en septiembre y todo indica que el pulpo seguirá excluido.