Casi dos meses después de que comenzara el episodio tóxico primaveral que cerró todas las bateas de mejillón de Galicia y los bancos marisqueros de las Rías Baixas, la situación todavía es complicada al continuar prohibida la extracción de molusco cultivado en los viveros flotantes de 46 de los 50 polígonos esparcidos por las diferentes rías de la comunidad.

Las cuatro bateas que abrieron en los últimos días, -dos en Redondela, en la ría de Vigo , uno en Vilagarcía y otro en Sada , en la ría de Ares y Betanzos- constituyen parte de una aparente mejoría que todavía es muy débil.

Aunque los niveles de células tóxicas bajaron en los últimos días -de ahí que en otros polígonos como el Grove A y el Cambados A se obtuvieran ayer los primeros resultados negativos-, la evolución de las toxinas lipofílicas es difícil de predecir (al depender de las condiciones meteorológicas), por lo pueden desaparecer poco a poco en los próximos días, quedarse durante un tiempo más o incluso reactivarse.

El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) autorizó ayer la ex en una de las cinco zonas de la ría de Vigo para los polígonos de infaunales (el marisco que vive enterrado en el sustrato).

Clausura en Ferrol

El Intecmar decretó además el cierre de toda la ría de Ferrol para la extracción de moluscos infaunales, especies como la almeja o el berberecho.

La Consellería do Mar garantiza que todos los productos del marisqueo gallego que llegan al mercado gozan de los máximos controles de salubridad y recuerda que la aparición de toxina es un proceso natural, que sucede todos los años en determinadas épocas, en función de la carga de nutrientes que contengan las aguas de las rías gallegas.