Los armadores y el sector conservero español denunciaron ayer en el Senado la explotación infantil y condiciones de esclavitud en flotas e industrias de países terceros, sobre todo del sureste asiático, que después venden sus productos a la Unión Europea. La patronal pesquera Cepesca, la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescado (Anfaco-Cecopesca) y la ONG Environmental Justice Foundation (EJF) alertaron de ese problema en una comparecencia en la comisión especial para el estudio sobre el trabajo y la explotación infantil.

El secretario general de Cepesca, Javier Garat, destacó las distintas investigaciones realizadas sobre explotación laboral en Tailandia, con tripulantes de Camboya, Birmania y Laos, o sobre ucranianos en buques de Rusia, Turquía o Corea del Sur; así como de tripulantes indonesios a bordo de embarcaciones de Nueva Zelanda.