La flota artesanal que se dedica a la pesquería del pulpo confirmó sus peores augurios. Los marineros comenzaron la campaña el pasado miércoles (tras dos meses y medio de veda) con escasas capturas que en la mayoría de los casos no les permitieron extraer los cupos diarios.

El presidente de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega), José Luis Rodríguez, advierte de que las previsiones tras el inicio de la campaña estival no son nada alentadoras. "El comienzo también fue bastante flojo el ejercicio pasado. Pero creo que este año será igual de malo o incluso peor", apuntó y recordó que la situación del cefalópodo se encuentra lejos de mejorar.

La flota cuenta hasta el próximo 30 de septiembre con un límite diario de capturas de 30 kilos por embarcación y día, más otros 30 por cada tripulante a bordo, hasta un máximo de 210 diarios. A partir de septiembre, el cupo será 50 kilos por barco y por tripulante, hasta un tope de 350 diarios. Rodríguez explica que la mayoría de los armadores no fueron capaces de alcanzar dicho límite en los primeros días. "El problema está en que los pocos barcos que consiguieron capturar el cupo lo hicieron además en bastantes horas, unas cuatro o cinco. En otras campañas lo pescábamos en menos tiempo", lamentó.

La parte positiva para la flota artesanal es que ante la escasez del cefalópodo, los precios en las lonjas gallegas se comportaron bien durante los primeros días de subastas, gracias a que el tamaño de los ejemplares suele ser mayor tras los meses de descanso.

"Los precios rondan las cifras de los últimos 15 días antes de la veda. Los ejemplares de kilo o kilo y medio se vendieron a unos cuatro euros de media, mientras que los de mayor tamaño, los de dos kilos en adelante, alcanzaron los 7,5 euros", indicó el portavoz de Asoar-Armega, que advirtió de que la situación del sector del pulpo es delicada, al descender el número de embarcaciones cada año. "¿Cómo es posible que siendo menos tengamos menos recurso?", se preguntó y apuntó directamente a los pescadores ilegales. "Es necesario que la Administración vigile más esta situación", denunció.

Las subastas de pulpo en las lonjas gallegas durante los cuatro meses y medio previos al inicio de la veda cayeron un 20% con respecto al mismo periodo de 2014. Los centros de primera venta de la comunidad comercializaron 794.967 kilos de cefalópodo hasta mediados de mayo, frente a los 999.676 del mismo periodo del pasado ejercicio.

Este descenso de las capturas podría frenarse, según Asoar-Armega, al tener en cuenta la condición biológica de la especie. "Insisto en que el plan está mal planteado. Deberíamos prolongar el periodo de veda para que le diese tiempo a desovar y poner más huevos. Si no, es imposible rentabilizar nuestro esfuerzo pesquero", concluyó Rodríguez.