El pesquero gallego Adexe Primero -interceptado el pasado día 16 por las autoridades rusas por presunta pesca ilegal en sus aguas en el Ártico- permanecerá retenido en el puerto de Murmansk hasta que se emita un dictamen judicial, según informó ayer una portavoz rusa.

"La investigación preliminar ha concluido que el Adexe Primero violó las normas de pesca en la zona económica exclusiva rusa, lo que constituye una falta administrativa", explicó la jefa de prensa del servicio de la guardia fronteriza de la región de Murmansk, Lilia Moroz.

La portavoz rusa agregó que el capitán del pesquero, el único miembro de la tripulación de ciudadanía española, solicitó el levantamiento bajo fianza del bloqueo de su barco, petición sobre la que las autoridades judiciales deben pronunciarse en un plazo de diez días.

Según la legislación rusa, la falta administrativa de la que se le acusa al Adexe Primero se sanciona con multas y, en casos graves, con la confiscación del barco.

El pesquero, al que se le acusa de capturar ilegalmente cangrejo en el mar de Barents, está asociado a la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) y es un buque de 849 toneladas construido en 1990.