Tomás Fajardo da Costa (Porto do Son, 1961) dirige la Cofradía de Pescadores de Porto do Son, formada por alrededor de 80 socios. Sostiene que el pósito tuvo un superávit de 6.200 euros el pasado ejercicio y apunta a la proximidad de la lonja de Ribeira como el principal problema de la entidad. LA OPINIÓN A CORUÑA cierra con ésta, la número 36, la serie de entrevistas a los patrones mayores coruñeses tras las elecciones del verano pasado.

-Lleva desde 2000 al frente de la entidad. ¿Le resulta agotador el cargo?

-Sí. Son tantas vivencias que llega un momento en el que piensas que llevas mucho tiempo sentado en el cargo y que los que vienen detrás podrían darle aires nuevos.

-Entonces, ¿su idea es agotar el mandato y no volver a presentar su candidatura?

-Ya no quería presentarme esta vez pero no hubo candidatos y se abrieron las listas. Fui el segundo más votado pero ni el primero ni el tercero estaban muy convencidos de asumir el cargo. La gente no quiere ocupar puestos representativos porque es una gran responsabilidad que resta mucho tiempo para estar con la familia. Pero alguien tiene que estar y ese es el que después recibe las críticas. Nunca llueve a gusto de todos.

-¿Le afectan esos reproches en su vida personal?

-Cada patrón mayor tiene unos apoyos determinados en su cofradía que generalmente suelen ser mayoritarios, porque de lo contrario no estaría en el cargo. Pero como en todos los sectores, las voces críticas son las que más suenan y más se oyen. Nunca te llegan los mensajes del tipo: '¡vamos, patrón, que lo estás haciendo bien!'. Sin retribución, no compensa ocupar el cargo y si eres muy criticado, piensas? ¿Qué necesidad tengo yo de estar aquí?

-Algunos pósitos gallegos pasan por dificultades económicas. ¿Cuál es la situación de la cofradía de Porto do Son?

-Hace dos años presenté un plan de viabilidad económica a los armadores. Nos fallaron mucho las ventas de pulpo, que se desviaban hacia otras lonjas con el consiguiente perjuicio económico. El plan pasaba por que todos los que vendiesen fuera retornaran el 1,21% de sus ventas. Así calculamos que más o menos podríamos mantenernos.

-¿Pero tienen deudas?

-No. El año pasado tuvimos un superávit de 6.200 euros. Hemos recortado los gastos al máximo.

-El pulpo es la especie que más beneficios les aporta. ¿Cómo va la campaña de este año?

-Nada bien porque escasea bastante el recurso. Llevamos vendidas en lonja casi nueve toneladas y eso es muy poco. Nuestro problema además es que tenemos la lonja de Ribeira cerca. El precio de referencia para nuestros productos es el que se marca en ese centro de primera venta.

-Aparte de ese plan de viabilidad del que habla, ¿tiene algún otro proyecto para mejorar la situación del pósito?

-Siempre mostramos inquietud por comercializar nuestros productos para obtener el mejor precio para nuestros armadores y conseguir que las ventas se queden aquí.

-¿Cómo se consigue eso?

-Hace unos años estuvimos embarcados en Lonxanet, una plataforma de venta online, pero no nos fue bien. Ahora estamos en otro proyecto del Grupo de Acción Costeira para vender pulpo, que pusimos en marcha el año pasado. Hemos atravesado problemas, como toda empresa que nace. Pero nuestro handicap sigue siendo Ribeira. Competir con esa lonja es muy difícil porque si nosotros tenemos un precio de cuatro euros por pulpo pequeño, allí lo tienen a cinco y nuestros armadores prefieren vender allí. Es comprensible.

-¿Cuál es la situación de la flota de artes menores? Hay escasez de pulpo, recorte de cuotas en sus principales especies...

-Lo están pasando mal. Los que se dedican al pulpo, antes de la veda ya casi no les era rentable hacerse a la mar. A los que utilizan red de enmalle, les cerraron la pesquería de raya. Y qué te voy a decir de los que andan al marisco, como la navaja. La gente está desesperada con los episodios de toxinas tan prolongados que padecemos. Los percebeiros tampoco tienen un buen precio en su producto y a eso se añaden los problemas del furtivismo.

-¿Las administraciones deberían incrementar la vigilancia?

-Nosotros tenemos dos vigilantes subvencionados por la Xunta y la verdad es que están haciendo un buen trabajo. Pero hay casos en los que furtivos viven y conviven con nosotros sin que podamos hacer nada. Esperemos que la modificación del Código Penal surta efecto, porque nos vemos impotentes e incapaces de solucionar el problema.

-Muchos de los pósitos denuncian la falta de relevo generacional en el sector. ¿Sucede lo mismo en Porto do Son?

-Sí. Es un problema general. El sector del mar no es atractivo para los jóvenes y la media de edad es elevada. Los hijos de los armadores no siguen con la actividad de sus padres porque ven el futuro muy oscuro.

-Pero la pesca es un sector importantísimo en Galicia?

-Para mantenerlo se necesitan más cuotas. Somos una potencia y una comunidad altamente dependiente de la pesca pero los cupos que tenemos no se corresponden con nuestra capacidad. Una de nuestras luchas es conseguir que se nos asigne más cuota.

-¿Tienen alguna reforma pendiente o en marcha en las infraestructuras de la cofradía?

-Pedimos desde hace tiempo mejorar la seguridad en el puerto. Tendríamos que cerrar el acceso con barreras. Las que teníamos no eran eficientes.

-¿Para evitar robos?

-Sí. Padecemos bastantes, por lo que confío en que Portos de Galicia cierre el puerto. Nos dijeron que tenía que haber un acuerdo con el Concello, porque en muchos casos los ayuntamientos son los máximos detractores de que se cierre el acceso a los muelles, no es nuestro caso. Ahora están rematando las obras de ampliación del espigón, que tienen como objetivo aumentar el abrigo para la dársena. Solicitamos también que una vez se termine este proyecto se instalen dos pantalanes en la zona exterior: uno para los barcos de mayor porte y otro para las de menor. Es algo que también demanda el club náutico y eso demuestra que la pesca deportiva y profesional pueden convivir.

-Hay un proyecto de ampliación de la reserva marina de Os Miñarzos, en Lira. Hay cofradías a favor y en contra del cambio. ¿Cuál es la postura de su pósito?

-La ampliación de esta área marítima protegida cuenta con el apoyo de la mayoría de pósitos, menos Portosín y Corcubión que se oponen. El 60% de los socios de nuestra cofradía está a favor, por lo que apoyamos el proyecto.